Estudio chileno sobre SOP destaca en publicación de la Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism
El síndrome de ovario poliquístico (SOP), también denominado hiperandrogenismo ovárico funcional o anovulación crónica hiperandrogénica, es una disfunción endocrino-metabólica de alta prevalencia en la mujer premenopáusica. Afecta hasta el 8 por ciento de las mujeres en edad reproductiva, se caracteriza por producir irregularidades menstruales, hiperandrogenismo e infertilidad.
Asimismo, el 50 por ciento de estas mujeres tienen sobrepeso y padecen de ciertas anormalidades metabólicas como resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, diabetes tipo 2 y alteraciones de los lípidos.
La doctora Teresa Sir, académica del Campus Occidente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y su equipo de trabajo comprobaron hace algunos años que los padres y hermanos de mujeres con SOP presentaban mayor resistencia a la insulina y defectos metabólicos que los grupos controles. Además, los investigadores establecieron que los hijos varones de mujeres con el síndrome tienen más sobrepeso, en todas las edades, en comparación a hijos nacidos de mujeres sin él.
Este último estudio incluyó a varones que fueron evaluados desde la más tierna infancia hasta la adultez y dio origen a un artículo que fue publicado en la principal revista de endocrinología del mundo: Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, que difunde en todo el mundo los principales hallazgos relacionados con patologías de origen endocrino.
“Algunas de las alteraciones metabólicas que muestran las mujeres con SOP también están presentes en sus hijos. Interesantemente, la resistencia a la insulina aumenta en la medida que el sujeto se hace adulto, lo que podría incrementar el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares”, comentaron los investigadores.
De hecho, los profesionales sospechan que el exceso de peso jugaría un rol crucial en promover cambios metabólicos que se hacen más evidentes cuando la persona envejece. “Su obesidad probablemente responde a varios factores, incluida la susceptibilidad genética, hábitos alimenticios, elementos del ambiente y la programación fetal durante el embarazo, en que el niño estaría expuesto a una excesiva cantidad de andrógenos”, explicaron.
De ahí que sea tan importante intervenir en estos niños a edad temprana, con una dieta adecuada y aumentando su actividad física, aunque también se hace imperativo hacerlo en las madres durante el embarazo, para así mejorar sus condiciones metabólicas y evitar que el feto se vea afectado en el futuro.
