Vínculo entre vitaminas antioxidantes y trastornos mentales
En la depresión, la ingesta y los niveles sanguíneos de las Vit. A, C y E son más bajos que en controles sanos; en la esquizofrenia, se reduce la concentración de las Vit. C y E; además, no se observa relación en el TDAH y el TEA.
Los trastornos mentales representan una preocupación creciente a nivel global, con la neuroinflamación y el estrés oxidativo emergiendo como factores etiológicos relevantes. Las vitaminas antioxidantes A, C y E, conocidas por sus propiedades protectoras y antiinflamatorias, podrían modular estas condiciones. No obstante, la evidencia sobre su relación con la salud mental ha sido contradictoria y ha generado hallazgos inconsistentes en investigaciones previas.
El objetivo de este metaanálisis, realizado por investigadores del Departamento de Nutrición e Higiene Alimentaria de la Universidad de Jilin, China, fue investigar la asociación y la posible causalidad entre las vitaminas antioxidantes A, C y E y diversas condiciones de salud mental.
Se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en múltiples bases de datos electrónicas como PubMed, Cochrane Library, EMBASE y Web of Science, que inicialmente identificó 23.201 artículos. Tras un riguroso proceso de selección, 109 publicaciones fueron incluidas para el metaanálisis, abarcando estudios de cohortes, transversales, casos y controles, y de aleatorización mendeliana. Se comparó la ingesta y los niveles sanguíneos de estas vitaminas en pacientes diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno del espectro autista (TEA), depresión y esquizofrenia, en contraste con controles sanos.
Los resultados revelaron que los pacientes con depresión mostraron un consumo significativamente menor de vitaminas A (-0,13; p<0,01), C (-0,18; p<0,01), E (-0,16; p=0,01) y carotenoides (-0,17; p<0,01) en comparación con los controles. Además, sus niveles sanguíneos de vitaminas A (-0,18; p<0,01), C (-0,52; p=0,01) y E (-0,77; p=0,01) también se encontraron reducidos. En pacientes con esquizofrenia, se observaron niveles sanguíneos disminuidos de vitaminas C (-0,85; p=0,01) y E (-0,92; p<0,01). En contraste, no se hallaron diferencias significativas en la ingesta o los niveles sanguíneos de vitaminas antioxidantes en pacientes con TDAH y TEA. El análisis de aleatorización mendeliana sugirió una relación causal unidireccional, donde la esquizofrenia afecta los niveles de vitamina C.
En conclusión, la depresión se asocia consistentemente con una ingesta y niveles sanguíneos inferiores de vitaminas A, C y E. De manera similar, los pacientes con esquizofrenia exhiben menores concentraciones sanguíneas de vitaminas C y E. La identificación de una relación causal unidireccional de la esquizofrenia sobre los niveles de vitamina C subraya la intrincada conexión entre el estado nutricional y la salud mental. Estos hallazgos sugieren la importancia de optimizar las estrategias nutricionales en el manejo clínico, requiriendo más investigación para desentrañar los mecanismos subyacentes.
Fuente bibliográfica
The relationship between antioxidant vitamins and mental disorders: a meta-analysis
Pan H, et al.
DOI: 10.1039/d5fo03181h