Remisión de DT2 requiere pérdida de grasa hepática
La reducción del peso y un menor contenido graso puede revertir los procesos subyacentes a la diabetes tipo 2, lo cual depende de la capacidad de recuperación de las células beta pancreáticas.
Actualmente, la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) afecta al menos a uno de cada diez adultos estadounidenses y a 422 millones de personas en todo el mundo. Durante mucho tiempo se ha considerado como una afección inevitablemente progresiva y de por vida. Sin embargo, el Estudio Clínico de Remisión Diabética (DiRECT) ha demostrado que casi la mitad de los casos tempranos de DMT2 (< 6 años) pueden volver al control glucémico no diabético a largo plazo utilizando un método efectivo para lograr y mantener una pérdida de peso sustancial.
El DiRECT reportó el retorno y persistencia del control glucémico en el 46% de las personas con DMT2 temprana. Los estudios metabólicos detallados fueron realizados en un subgrupo (intervención, n = 64; control, n = 26). En el grupo de intervención, el contenido de grasa hepática disminuyó (16,0% ± 1,3% a 3,1%± 0,5%, p < 0,0001) inmediatamente después de perder peso.
De manera similar, el contenido de triglicéridos en plasma y grasa del páncreas disminuyó independientemente de si el control de la glucosa se normalizaba o no. La recuperación de la respuesta a la insulina de primera fase (0,04 [0,05 - 0,32] a 0,11 [0,0005 - 0,51] nmol/min/m2, p < 0,0001) definió a aquellos que volvieron al control glucémico no diabético, lo cual perduró transcurridos 12 meses. Los que respondieron tuvieron resultados similares a los que no lo hicieron al inicio del estudio, pero tuvieron una duración de la diabetes más corta (2,7 ± 0,3 versus 3,8 ± 0,4 años; p = 0,02).
Finalmente, este estudio demuestra que la pérdida de peso resulta en la normalización de la grasa ectópica en el hígado y el páncreas. Esto está asociado con la recuperación duradera de la función de las células β y el control glucémico no diabético en la mayoría de los casos.
