Neurología
Peptoide ASD1: biomarcador para el autismo
Los resultados evidencian una diferencia en los niveles de unión de esta molécula al anticuerpo sérico IgG, entre niños autistas y aquellos con un desarrollo típico, lo que ofrece una herramienta diagnóstica para identificar la alteración neurológica.
El trastorno del espectro autista (TEA) es una complicación del neurodesarrollo caracterizado por deficiencias en la interacción y comunicación social, y patrones repetitivos y restringidos de comportamiento. Por estos motivos es muy necesario encontrar biomarcadores para esta condición, con el fin de identificar a personas con TEA e iniciar intervenciones en la edad más temprana posible. Dado que estudios previos han evidenciado anormalidades en el sistema inmunológico de niños autistas, se ha propuesto que la sangre puede contener anticuerpos relacionados al TEA.
Sayed Zaman y colegas del Centro Médico de la Universidad de Texas Suroccidental (Dallas, Estados Unidos) reclutaron a un grupo de 74 niños de sexo masculino con TEA, con una edad media de 5,6 años, en adición a otros 60 varones de 6,3 años de edad promedio, pero con un desarrollo típico (DT). Adicionalmente, se evaluaron casos de 10 mujeres con TEA y 20 con DT. Como control se analizaron muestras de suero de 53 hombres, de 69 años promedio. Por último, a todos los individuos se les realizó una extracción de sangre en ayunas para determinar la presencia de marcadores por medio de técnicas de ELISA, detección magnética y purificación de proteínas potencialmente vinculadas al trastorno.
Los resultados de la investigación mostraron cambios generalizados en el sistema inmunitario de los niños autistas, tanto a nivel sistémico como celular. En un intento de encontrar un anticuerpo candidato como marcador de TEA, se exploraron bibliotecas complejas de peptoides para compuestos que se unen preferentemente a inmunoglobulinas tipo G (IgG) de individuos con TEA, realizando una comparación con aquellos con un DT. Inesperadamente, se hallaron muchos peptoides que se acoplan preferencialmente a IgG de niños con un DT. Al analizar uno de ellos en profundidad, se encontró que el peptoide identificado como ASD1, posee una unión significativamente más elevada (> 2 veces) al subtipo IgG1 presente en el suero de jóvenes con un DT, en comparación con aquellos que padecen TEA y con hombres mayores.
Finalmente, los resultados sugieren que niños con trastorno del espectro autista poseen niveles reducidos (en más de un 50%) del anticuerpo IgG1, similar al encontrado normalmente a edades avanzadas. Adicionalmente, el peptoide ASD1 tuvo una precisión del 66% para predecir los casos de TEA.
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