Patrones de actividad cerebral dirigidos al comportamiento social
La oscilación aumentaba o disminuÃa según el tipo de conducta.Â
La corteza prefrontal medial (CPM) desempeña un papel central en el comportamiento social a través de interacciones funcionales con la amÃgdala. En condiciones patológicas, varios estudios han informado de alteraciones en la excitabilidad neuronal general de la CPM y de interrupciones en las interacciones CPM-amÃgdala en humanos con trastornos psiquiátricos y déficits de comportamiento social, como los trastornos del espectro autista (TEA) y la depresión. Una cuestión fundamental es cómo se integran esos mecanismos moleculares y celulares para formar una actividad organizada de la población neuronal que controla cooperativamente el comportamiento.Â
Investigadores de la Universidad de Tohoku y la Universidad de Tokio descubrieron patrones de ondas eléctricas en el cerebro relacionados con el comportamiento social de los ratones. También observaron que los que mostraban signos de estrés, depresión o autismo carecÃan de estas ondas cerebrales.En concreto, las ondas cerebrales en la banda de frecuencia theta (4-7 Hz) y gamma (30-60 Hz) disminuÃan y aumentaban, respectivamente, durante la socialización.
Se registraron los potenciales de campo locales (PCL) de la corteza prefrontal dorsal y de la amÃgdala basolateral mientras los ratones machos tenÃan un comportamiento social. En los ratones de tipo salvaje, tanto el dmPFC como la BLA aumentaron la potencia de oscilación de 4-7 Hz y disminuÃan la potencia de 30-60 Hz cuando necesitaban atender a otro ratón objetivo.Â
Las manipulaciones optogenéticas de frecuencia especÃficas que replican los patrones de PCL relacionados con el acercamiento social restauraron el comportamiento de interacción en los ratones socialmente deficientes.
Estos resultados demuestran un sustrato neurofisiológico de la corteza prefrontal y la amÃgdala relacionado con el comportamiento social y proporcionan una comprensión fisiopatológica unificada de la dinámica de la población neuronal que subyace a los déficits de comportamiento social.