Pediatría
Mayor prevalencia de síntomas gastrointestinales en niños con autismo
Además, estos resultados indican que esta población puede ser más propensa a manifestaciones específicas de dolor abdominal, estreñimiento y diarrea.
En el ámbito pediátrico, los padres a menudo plantean inquietudes sobre los posibles síntomas gastrointestinales (GI) en el trastorno del espectro autista (TEA), sin embargo, la especificidad de estas preocupaciones no está bien estudiada.
Pediatras de Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, Atlanta, Estados Unidos, llevaron a cabo un meta-análisis sobre la sintomatología gastrointestinal en niños con TEA. Se realizaron búsquedas en las bases de datos Medline, PsycINFO y PubMed (1980-2012), y el análisis involucró ensayos con grupos de comparación que presentaban datos cuantitativos sobre las manifestaciones gastrointestinales utilizando indicadores del TEA y los GI. La búsqueda sistemática produjo 15 estudios. Se calcularon los tamaños del efecto y los intervalos de confianza del 95 % (IC) mediante un modelo de efectos aleatorios.
Los niños con trastorno del espectro autista experimentaban significativamente más síntomas GI que los grupos de comparación, con una diferencia media estandarizada de 0,82 (0,24) y un riesgo correspondiente (R) de 4,42 (IC del 95%, 1,90 - 10,28). El análisis también observó mayores tasas de diarrea (R: 3,63, IC del 95% 1,82 - 7,23), estreñimiento (R: 3,86, IC del 95%: 2,23 a 6,71) y dolor abdominal (R: 2,45, IC del 95%, 1,19 - 5,07).
En conclusión, los resultados indican mayor prevalencia de síntomas gastrointestinales en niños con trastorno del espectro autista en comparación con los del grupo control. Los estudios identificados tenían alta variabilidad metodológica y falta de datos para analizar exhaustivamente la fisiopatología gastrointestinal (por ejemplo, reflujo gastroesofágico) típicamente asociada con etiologías orgánicas, limitando así, las conclusiones acerca de los fundamentos de la relación observada. La futura investigación debe abordar cuestiones críticas sobre las causas y efectos a largo plazo de la sintomatología GI en el TEA. Estos análisis requieren investigación y actividades clínicas más sistemáticas, incluyendo la mejora del diagnóstico, evaluación estandarizada y la exploración de los potenciales moderadores (por ejemplo, restricciones en la dieta).
