Epidemiología
La distracción mental incrementa los accidentes de tránsito
Este sería el primer estudio que utiliza un método observacional para evaluar la relación entre la distracción interna y los accidentes de tráfico en el mundo real. La asociación entre la mente distraída y accidentarse podría derivar de una disociación del riesgo y la atención, por lo que el conductor sería más propenso a pasar por alto los peligros y cometer más errores durante el movimiento.
Cada día miles de millones de personas realizan la tarea rutinaria de conducir vehículos motorizados, exponiéndose ellos y a terceros a lesiones de tráfico y muertes relacionadas. En los países desarrollados este tipo de accidentes ha disminuido continuamente, a pesar de la mayor motorización, como consecuencia de las sucesivas políticas de seguridad vial centradas en los factores humanos de riesgo, en vehículos más seguros y la mejora del diseño de carreteras. Recientemente, sin embargo, el número de vidas salvadas se ha estancado. Se necesitan más medidas para seguir avanzando.
Cédric Galéra y colegas de la Universidad de Burdeos, en Francia, evaluaron la relación entre la distracción mental (pensamientos no ligados con la tarea que se realiza) y el peligro de ser responsable de un accidente vehicular, a partir de datos obtenidos de un servicio de urgencias perteneciente a un hospital universitario en Francia, de abril 2010 a agosto 2011. Se consideraron 955 conductores heridos en un accidente vehicular, registrándose la responsabilidad por el accidente, la distracción mental, distracción externa, afecto negativo, consumo de alcohol, uso de drogas psicotrópicas y privación del sueño. Se consideraron como posibles factores de confusión las características sociodemográficas y del choque.
La distracción mental intensa (interrupción/distracción alta) se asoció con una mayor probabilidad de accidente de tráfico (17% (78 de 453 choques en los cuales se pensaba que el conductor era responsable) versus el 9% (43 de 502 accidentes en los que el conductor no era el responsable); riesgo ajustado 2,12, intervalo de confianza del 95%: 1,37 a 3,28).
Finalmente, se concluye que la distracción mental durante la conducción, al desvincular la atención de las percepciones visuales y auditivas, puede poner en peligro la capacidad del conductor para procesar la información externa, amenazando así la seguridad vial.
