Ibudilast ralentiza atrofia cerebral en esclerosis múltiple
Ensayo clínico de fase 2 muestra que en comparación a placebo, el avance del daño tisular del cerebro es más lento en pacientes que consumen el fármaco antiinflamatorio.
Actualmente, existen pocos tratamientos para la esclerosis múltiple (EM) progresiva. El fármaco ibudilast inhibe varias enzimas del tipo nucleótido cíclico fosfodiesterasas, así como también al factor inhibidor de la migración de macrófagos (MIF) y al receptor tipo Toll 4 (TLR4). Dentro de sus facultades, se cuenta la de atravesar la barrera hematoencefálica, con un potencial de efectos beneficiosos para la EM progresiva.
Se incluyeron pacientes con EM progresiva primaria o secundaria en un ensayo aleatorio de fase 2 de ibudilast oral (≤ 100 mg diarios) versus placebo de 96 semanas. El punto final primario de la eficacia fue la tasa de atrofia cerebral, medida por la fracción del parénquima del cerebro (tamaño del cerebro en relación con el volumen del contorno de la superficie externa del cerebro). Los principales puntos finales secundarios incluyeron el cambio en las vías piramidales en la imagenología con tensor de difusión, la relación de transferencia de magnetización en el tejido cerebral de apariencia normal, el grosor de la capa de fibra nerviosa retiniana y la atrofia cortical, todas medidas del daño tisular en la EM.
De los 255 pacientes que se sometieron a la asignación al azar, 129 fueron distribuidos a ibudilast y 126 a placebo. Un total de 53% de los participantes en el grupo de ibudilast y 52% de quienes consumieron placebo, tenían enfermedad progresiva primaria. El resto tenían la forma progresiva secundaria. La tasa de cambio en la fracción del parénquima cerebral fue de -0,0010 por año con ibudilast y de -0,0019 por año con placebo (diferencia, 0,0009; IC del 95%: 0,00004 a 0,0017; P = 0,04), lo que representa una pérdida de tejido cerebral de aproximadamente 2,5 ml menos (con ibudilast) durante un período de 96 semanas. Los eventos adversos con el fármaco incluyeron síntomas gastrointestinales, dolor de cabeza y depresión.
En conclusión, en este ensayo de fase 2 que incluyó pacientes con esclerosis múltiple progresiva, el ibudilast se asoció con una evolución más lenta de atrofia cerebral que placebo, pero con tasas más altas de efectos secundarios gastrointestinales, dolor de cabeza y depresión.
