Medicina Interna
Fármacos y su relación con la microbiota intestinal
Estudios preclínicos otorgan evidencia adicional sobre la interacción entre medicamentos y la composición microbiana para la comprensión de efectos secundarios y la resistencia antibiótica.
Los agentes farmacéuticos tienen efectos tanto beneficiosos como indeseables. Los estudios sobre sus mecanismos en sus sitios de acción y en sitios fuera de objetivo pretenden mejorar la eficacia terapéutica y reducir efectos secundarios. Muchos fármacos tienen impacto no deseado a nivel gastrointestinal y aunque la microbiota intestinal es fundamental para la salud humana, su rol en los eventos adversos rara vez se tiene en cuenta.
Recientemente, el consumo de fármacos dirigidos a células humanas y no a microbios, como los antidiabéticos, inhibidores de la bomba de protones, antiinflamatorios no esteroidales y antipsicóticos atípicos, se ha vinculado con cambios en la composición de la microbiota. Además, un amplio estudio de cohorte sugirió que la medicación puede alterar la constitución microbiana intestinal en términos más generales. (doi: 10.1136/gutjnl-2015-310861)
Debido a que no está claro si tales efectos son directos y si se extienden más allá de las pocas clases terapéuticas estudiadas, Lisa Maier e investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, perfilaron sistemáticamente las interacciones entre fármacos y las bacterias intestinales a nivel individual. Su objetivo fue generar un recurso integral de acciones farmacológicas sobre el microbioma que pudiera facilitar estudios clínicos y mecanicistas más profundos, y en última instancia, mejorar terapias y el diseño de medicamentos.
Específicamente, se examinaron más de 1.000 drogas comercializadas y su impacto sobre 40 cepas bacterianas intestinales representativas. Se observó que el 24% de los fármacos, incluidos miembros de todas las clases terapéuticas, inhibían el crecimiento de al menos una cepa bajo condiciones in vitro. Clases particulares, como los antipsicóticos de diversa estructura química, estaban sobrerrepresentados en este grupo. Los efectos de los fármacos dirigidos a humanos sobre las bacterias intestinales, se reflejaron en sus eventos adversos similares a los de los antibióticos y fueron concordantes con estudios de cohortes preexistentes.
Adicionalmente, la susceptibilidad a los antibióticos y a medicamentos generales se correlacionó con el tipo de especie bacteriana, lo que sugiere mecanismos de resistencia comunes, que fueron verificados para algunos fármacos.
Finalmente, el riesgo potencial de que drogas no antimicrobianas promuevan la resistencia a los antibióticos justifica una mayor exploración. Los resultados proporcionan apoyo para futuras investigaciones sobre la interacción entre medicamentos y microbios, lo que brinda nuevas oportunidades para controlar los efectos secundarios y ampliar la visión de la resistencia a los antibióticos.
