JAMA
Eficacia del cribado de Helicobacter pylori tras un infarto agudo de miocardio
Aunque la detección no reduce el riesgo general de hemorragia digestiva alta, podría beneficiar a pacientes con anemia, señalando la importancia de enfoques personalizados según el perfil de riesgo.
La implementación de terapias basadas en la evidencia, principalmente la revascularización temprana combinada con potentes agentes antiplaquetarios, ha reducido los eventos isquémicos recurrentes después del infarto agudo de miocardio (IAM). Sin embargo, este avance se ha visto acompañado de un aumento en las complicaciones hemorrágicas, especialmente las de origen gastrointestinal. La hemorragia digestiva alta (HDA) es la complicación de este tipo más común tras un IAM y se asocia con mayor mortalidad y eventos cardiovasculares recurrentes.
El objetivo de este estudio, liderado por el Dr. Robin Hofmann de la División de Cardiología del Instituto Karolinska en Suecia, fue determinar si el cribado rutinario para la infección por Helicobacter pylori durante la hospitalización por IAM reduce los eventos de sangrado y mejora los resultados clínicos.
Se llevó a cabo un ensayo clínico cruzado, aleatorizado por conglomerados, abierto y de alcance nacional. Participaron 35 hospitales suecos, agrupados en 18 conglomerados, que fueron asignados aleatoriamente a una secuencia de un año con cribado rutinario de H. pylori en todos los pacientes con IAM, seguida de un periodo de lavado de dos meses antes de cambiar a un año con atención habitual, o viceversa. En total, se incluyeron 18.466 pacientes con una mediana de edad de 71 años. El cribado de la bacteria se realizó mediante la prueba de aliento con urea.
Tras un seguimiento promedio de 1,9 años, 299 pacientes del grupo de cribado (con una tasa de incidencia de 16,8 eventos por 1.000 personas-año) y 336 del grupo de atención habitual (tasa de 19,2 eventos por 1.000 personas-año) alcanzaron el criterio de valoración principal de HDA (RR: 0,90; IC 95%: 0,77-1,05; P=0,18). Los análisis de subgrupos predefinidos revelaron un efecto heterogéneo de la intervención: en pacientes con anemia leve, la reducción fue significativa (RR: 0,64; IC 95%: 0,42-0,98), y en aquellos con anemia moderada a grave, aún más notable (RR: 0,44; IC 95%: 0,23-0,87; P=0,03).
En conclusión, en pacientes con infarto agudo de miocardio sin selección previa por otras condiciones de salud, el cribado rutinario de H. pylori durante la hospitalización no redujo la hemorragia gastrointestinal superior. No obstante, se observó un posible beneficio en pacientes con anemia, sugiriendo que una estrategia estratificada por riesgo podría ser más adecuada.
Fuente bibliográfica
Helicobacter pylori Screening After Acute Myocardial Infarction
Hofmann R, et al.
DOI: 10.1001/jama.2025.15047
