Dexametasona para acortar uso de ventilación mecánica
Su administración intravenosa temprana podría modificar la respuesta inmunitaria sistémica y reducir la duración de la asistencia artificial en el síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Actualmente no hay un tratamiento farmacológico específico probado para los pacientes con el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). La eficacia de los corticosteroides en el SDRA sigue siendo controversial. Por lo tanto, en este estudio se evaluaron los efectos de la dexametasona en el SDRA, lo que podría cambiar la inflamación pulmonar y sistémica y conducir a una menor duración de la ventilación mecánica y la mortalidad.
Para evaluar tal hipótesis, Jesús Villar y colaboradores del Instituto de Salud Carlos III (Madrid, España) realizaron un ensayo controlado aleatorizado multicéntrico en una red de 17 unidades de cuidados intensivos (UCI) de hospitales docentes de toda España con pacientes con SDRA establecido de moderado a grave (definido por una relación de la presión parcial de oxígeno arterial a la fracción de oxígeno inspirado de 200 mm Hg o menos evaluada con una presión positiva al final de la espiración de 10 cm H2O o más y FiO2 de 0,5 o más a las 24 h del inicio del SDRA). Los autores excluyeron pacientes con muerte cerebral, enfermedad en fase terminal o que tomaban corticoides o fármacos inmunosupresores. Los participantes elegibles fueron asignados al azar para recibir tratamiento inmediato con dexametasona o cuidados intensivos de rutina continuos (controles). Los del grupo corticoide recibieron una dosis intravenosa única diaria de 20 mg desde el día 1 al 5, régimen que se redujo a 10 mg diarios desde el sexto al décimo día. Ambos grupos fueron asistidos con ventilación mecánica protectora de los pulmones. Durante el ensayo se mantuvo el ocultamiento de la asignación en todos los lugares. El resultado primario fue el número de días sin ventilador a los 28 días, definido como el número de días vivos y sin respiración artificial desde la asignación aleatoria hasta el día 28. El resultado secundario fue la mortalidad por todas las causas 60 días después de la asignación al azar. Finalmente, todos los análisis se hicieron según el principio de intención de tratar.
Entre el 28 de marzo de 2013 y el 31 de diciembre de 2018, los investigadores reclutaron 277 participantes y asignaron al azar a 139 a dexametasona y 138 como controles. El ensayo fue detenido por la junta de monitoreo de seguridad de datos debido a la baja tasa de inscripción después de inscribir a más del 88% (277/314) del tamaño de muestra previsto. El número medio de días sin ventilador fue mayor con dexametasona (diferencia entre grupos de 4 a 8 días [IC del 95%: 2,57 a 7,03]; p< 0,0001). A los 60 días, 29 (21%) personas tratadas con el corticoide y 50 (36%) controles habían fallecido (diferencia entre los grupos -15,3% [-25,9 a -4,9]; p= 0,0047). La proporción de eventos adversos no difirió significativamente entre ambos brazos del estudio. Los más comunes fueron hiperglucemia en la UCI (105 [76%] sujetos del grupo corticoide versus 97 [70%] controles), nuevas infecciones en la UCI (neumonía o sepsis; 33 [24%] contra 35 [25%]), y barotrauma (14 [10%] versus 10 [7%]).
En suma, la administración temprana de dexametasona podría reducir la duración de la ventilación mecánica y la mortalidad general en pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda establecido de moderado a grave.
