Medicina Interna
Baja tolerancia al estrés se vincula con hipertensión
El estudio, realizado con una amplia cohorte muestra que individuos con menor capacidad de soportar eventos adversos en etapas iniciales de vida, tienen una mayor probabilidad de sufrir la complicación arterial en la adultez.
La mayor reactividad de la presión arterial al estrés mental, se ha asociado con un elevado riesgo de desarrollar hipertensión. Sin embargo, no existen estudios que hayan examinado evaluaciones psicológicas de la resiliencia al estrés en etapas tempranas de la vida, en relación a los niveles de presión sanguínea en la edad adulta.
La hipótesis planteada en esta investigación (Casey Crump y colegas de la Universidad de Stanford, California, Estados Unidos) fue que la baja resistencia al estrés (basada en evaluaciones psicológicas) durante estadíos tempranos de la vida, se vincula con hipertensión en la edad adulta. En el estudio de cohorte, 1.547,182 reclutas militares en Suecia durante 1969 - 1997 (97-98% varones mayores de 18 años) sin historial previo para la complicación, fueron sometidos a una evaluación psicológica profesional para determinar la tolerancia al estrés (escala de 1-9). Además, se efectuó un seguimiento de la patología, identificándola mediante diagnósticos de pacientes ambulatorios e internos durante 1969 - 2012 (con edad máxima de 62 años).
Se diagnosticaron un total de 93.028 hombres con hipertensión en 39,4 millones de personas-años de seguimiento. El ajuste por índice de masa corporal (IMC), historial familiar, factor socioeconómico y una baja resistencia al estrés a los 18 años, se asociaron con mayor riesgo de hipertensión en la adultez (quintil más bajo frente al más alto: R = 1,43; IC del 95%: 1,40 - 1,46; p <0,001; tasas de incidencia, 278,7 frente a 180,0 por 100.000 personas-años). Adicionalmente, se observó una fuerte tendencia lineal entre todo el rango de capacidad de conllevar el estrés (p tendencia <0,0001). También se encontró una interacción aditiva entre la resiliencia al estado mental y el IMC (p <0,001), lo que indicó que la baja aptitud de soportar situaciones adversas da cuenta de aún más casos de hipertensión entre las personas con un IMC elevado. Por último, se determinó que los hombres con una combinación de menor tolerancia y alto IMC tenían una probabilidad tres veces mayor de la complicación arterial.
En conclusión, estos hallazgos sugieren que la baja tolerancia al estrés puede contribuir a las vías etiológicas de la hipertensión, siendo además responsable de más casos entre individuos con un IMC alto. De confirmarse, estos resultados pueden ayudar a mejorar intervenciones preventivas, abordando el manejo de factores de riesgo psicosociales a lo largo de la vida.
