Anticuerpos presentan baja especificidad en retinopatÃa autoinmune
El diagnóstico inmunológico tiene relevancia clÃnica limitada que es importante conciderar para evitar el uso de inmunosupresores sistémicos innecesarios que puedan generar efectos adversos extraoculares.
La retinopatÃa autoinmune es un proceso caracterizado por la degeneración de la retina mediada por el sistema inmunitario que abarca la retinopatÃa autoinmune paraneoplásica, incluida la asociada al cáncer (RAC) y a melanoma, y la autoinmune no paraneoplásica. Los anticuerpos contra recoverina fueron los primeros en asociarse con la RAC, representando un marcador fiable de la enfermedad, y que a menudo se detectan en pacientes con cánceres subyacentes.
En las últimas décadas se han identificado otros múltiples anticuerpos retinianos putativos, y su presencia es uno de los principales criterios en el consenso de expertos sobre diagnóstico y manejo de retinopatÃa autoinmune publicado en 2016. Se ha defendido el sistema propuesto de Western blot seguido de inmunohistoquÃmica confirmatoria como el estándar para identificarlos.
Aunque la presencia de anticuerpos retinianos se ha calificado como condición sine qua non de la retinopatÃa autoinmune, la literatura ha cuestionado su importancia y especificidad. Estos pueden encontrarse en un tercio de los individuos sanos, con una tasa de concordancia de solo el 36% en los laboratorios que realizan pruebas de anticuerpos entre pacientes sospechosos de padecer la patologÃa.
El equipo liderado por John J. Chen de la ClÃnica Mayo en Estados Unidos se propuso evaluar la importancia clÃnica de las evaluaciones exhaustivas de anticuerpos de retina que se ofrecen actualmente en el paÃs.
Se reclutaron 14 pacientes sin retinopatÃa autoinmune entre enero y octubre de 2019. Las muestras de suero sin retinopatÃa autoinmune se enviaron de forma enmascarada a un laboratorio certificado. Utilizando métodos similares, el Laboratorio de Investigación de NeuroinmunologÃa de la ClÃnica Mayo evaluó de forma independiente la misma muestra para comprobar la reproducibilidad de los hallazgos.
Trece de 14 (93%; IC del 95%, 66%-100%) muestras de suero resultaron positivas para los anticuerpos de retina, con una mediana de 5 anticuerpos (rango, 0-8) por paciente, proporcionando una especificidad del 7% (IC del 95%, 0%-34%). La tinción inmunohistoquÃmica confirmatoria en la retina humana estuvo presente en el 86% de las muestras. La α-Enolasa se encontró en el 64%. El único anticuerpo retiniano que no estuvo presente fue recoverina. Estos resultados de anticuerpos retinianos no especÃficos fueron replicados en el Laboratorio de la ClÃnica Mayo mediante Western blot utilizando proteÃnas de retina de cerdo como sustrato.
La presencia de anticuerpos retinianos en el 93% de los pacientes sin retinopatÃa autoinmune indica una falta de especificidad y que la mayorÃa de los anticuerpos retinianos detectables tienen una relevancia clÃnica limitada en la evaluación de pacientes con sospecha de la patologÃa. Las pruebas actuales, aparte de la recoverina, deben interpretarse con precaución, especialmente en los casos de baja sospecha clÃnica. Es importante reconocer la escasa especificidad para evitar el uso inmunosupresor sistémicos que pueden dar lugar a efectos adversos extraoculares significativos. Es necesaria la identificación de biomarcadores que tengan un alto valor predictivo para las enfermedades inflamatorias o autoinmunes de la retina para avanzar en este campo.
