Estudio CAPISH
Atorvastatina segura y eficaz en pacientes intolerantes a simvastatina
A pesar de la contundente evidencia que demuestra la seguridad de las estatinas, continúan las preocupaciones por el posible daño al hígado y a los músculos. Aunque los efectos nocivos se han atribuido generalmente a un efecto de clase, el retiro de la cerivastatina debido a riesgos perceptiblemente creciente de rabdomiolisis sugiere la existencia de diferencias importantes en tolerabilidad dentro de la familia. Esta idea ha sido apoyada recientemente por un estudio en el cual índices notoriamente más altos de miositis fueron observados cuando 80mg de simvastatina habían sido utilizados. En general, la seguridad de un medicamento es más difícil de calibrar que su eficacia, y la vigilancia posterior a menudo ha revelado efectos clínicos inesperados e importantes después de su utilización masiva. Los criterios de exclusión son probablemente responsables de estas diferencias porque excluyen a los pacientes con mayor potencial para los efectos negativos, a pacientes mayores y con otras enfermedades generalmente asociadas.
Richard Krasuski y colaboradores (División de Medicina Cardiovascular, Fundación Clínica de Cleveland, Estados Unidos), determinaron la seguridad y eficacia del cambio de simvastatina a atorvastatina en pacientes con respuestas inadecuadas de disminución lipídica o con reacción adversa a la simvastatina. La conversión fue diseñada en 2 partes: un estudio retrospectivo (grupo A), con pacientes de una base de datos de farmacia, que pasaron de simvastatina a atorvastatina entre abril de 1998 y marzo de 2002 y de un estudio prospectivo (grupo B), realizado entre abril de 2002 y marzo de 2003.
Aproximadamente 1 de 4 discontinuaron la terapia con simvastatina. La razón más común para cambiarse a atorvastatina fue la disminución inadecuada de colesterol LDL, siendo también común la elevación asintomática de la creatín quinasa y las mialgias. En la mayoría de los casos de miositis y en casi todos de rabdomiolisis, los pacientes habían tomado 80mg de simvastatina. El logro de las metas respecto a la disminución del colesterol LDL aumentó del 25% al 63% en el grupo A y del 13% al 78% en el B, ambas reducciones tuvieron un P < 0.001. Significativas caídas de la creatín quinasa fueron vistas en ambas categorías. La adherencia a la atorvastatina fue superior al 80% en los dos grupos después de 28.1±13.2 meses (grupo A, 841 pacientes) y 8.1±3.8 meses (grupo B, 104 pacientes).
Finalmente, para los autores, la atorvastatina fue bien tolerada en los pacientes que tomaban previamente simvastatina. Las concentraciones de lípidos fueron mejoradas notoriamente y los niveles de creatín quinasa disminuyeron sin compromiso de la seguridad.
Fuente bibliográfica
Mayo Clin Proc. 2005 Sep; 80(9):1163-1168