Epidemiología
Estrógenos pueden empeorar la incontinencia urinaria
El papel del estrógeno en el tratamiento de la incontinencia urinaria es confuso. Dado que la zona urinaria baja comparte un origen embriológico común con la zona genital, se ha teorizado que la incontinencia podría estar relacionada con atrofias asociadas a la pérdida de estrógenos. Sin embargo, la evidencia epidemiológica y clínica ha demostrado éstos tendrían efectos tanto beneficiosos como desfavorables en la incontinencia urinaria. Para analizar nuevamente esta relación, médicos canadienses de la Universidad de Toronto (Canadá), diseñaron un estudio que incluyó a 23.296 mujeres sanas, entre 50 y 79 años, que habían participado en el estudio “Women’s Health Initiative hormone replacement therapy (HRT)” y para quienes los datos sobre incontinencia urinaria (definido como salida involuntaria de orina en el último año) estaban disponibles.
Las paciente se asignaron aleatoriamente para recibir placebo o terapia hormonal en la forma de estrógeno conjugado de equino (0.625 mg/d) con o sin medroxiprogesterona (2.5 mg/d) y en base a sus estados de histerectomía. Los resultados primarios a evaluar fueron incontinencia urinaria en 1 año entre mujeres sin incontinencia al inicio del estudio (N = 8.255) y la severidad entre mujeres con incontinencia urinaria en la línea basal (N = 15.041). La incontinencia fue subdividida según el tipo (presión, impulso o ambos). Las medidas de severidad incluyeron frecuencia, cantidad, limitaciones asociadas a actividades diarias y el "grado de incomodidad".
Finalmente, la terapia hormonal de reemplazo estuvo asociada con el incremento de todos los tipos de incontinencia urinaria entre las mujeres que eran normales al inicio de la investigación. También fue vinculada a un aumento de la severidad entre aquellas que eran incontinentes al principio.
Para los autores, si bien los estrógenos no representan un esquema de manejo de largo plazo, existen otros tratamientos alternativos eficientes. Éstos incluyen ejercicios de la musculatura pélvica, el entrenamiento de la vejiga, medicaciones anticolinérgicas y cirugía. Desafortunadamente, la principal barrera del manejo eficaz de la incontinencia no es la falta de opciones sino una carencia de comunicación entre pacientes y sus médicos.
Fuente bibliográfica
CMAJ. 2005 Apr 12; 172(8):1003-4