Obstetricia y ginecología
Una segunda cesárea conllevaría menos peligros que un parto normal
La proporción de mujeres que intentan un alumbramiento normal después de una cesárea ha disminuido notoriamente, en gran parte debido a la preocupación por la seguridad. El índice total de cesáreas en los Estados Unidos se ha incrementado dramáticamente, desde un 5% en 1970 a un 26% en el 2002. Los esfuerzos realizados en aquel país para reducir el número de nacimientos vía cesárea, no han podido alcanzar las metas propuestas por las autoridades sanitarias. Lamentablemente, no existen datos fidedignos, o al menos los que hay son inciertos, sobre los riesgos absolutos y relativos al trabajo de parto asociado a mujeres con una cesárea previa o a cesáreas consecutivas. Para comprobar la seguridad de un parto vaginal o de una cesárea programada en mujeres que ya han sido sometidas a cesárea previas, Mark B. Landon y colaboradores (Departamento de Obstetricia y Ginecología, Universidad de Ohio (EEUU), realizaron un estudio observacional con datos obtenidos de 19 centros sanitarios desde 1999 a 2002.
Un total de 45.988 mujeres tenían historial de cesárea y de éstas, 17.898 (38.9%) se sometieron a parto normal y 15.801 (34.4%) a cesárea programada. La ruptura uterina sintomática ocurrió en 124 madres que experimentaron un trabajo de parto (0.7%). La encefalopatía hipóxico-isquémica no se presentó en ningún infante de mujeres que experimentaron repetidas cesáreas electiva pero si en 12 recién nacidos de madres bajo parto normal (P < 0.001). Siete de estos casos se dieron a continuación de una ruptura uterina (riesgo absoluto, 0.46 por 1000 mujeres por cada parto normal), incluyendo dos muertes neonatales. La tasa de endometritis fue más alta en mujeres con parto vaginal que en mujeres con una segunda cesárea electiva (2.9% contra 1.8%), al igual que la tasa de transfusión sanguínea (1.7% versus 1.0%). Las frecuencias de histerectomías y de muertes maternales no se diferenciaron mayormente entre los grupos (0.2% contra 0.3%, y 0.02% contra 0.04%, respectivamente).
En conclusión, un parto vaginal o normal después de una cesárea se asocia a un mayor riesgo perinatal comparado con una segunda cesárea electiva, aunque los riesgos absolutos son bajos. Esta información es relevante para aconsejar a las mujeres sobre sus opciones después de una primera cesárea.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2004 Dec 16 ;351(25):2581-2589