Antieméticos
Similar eficacia de los antieméticos en prevención de náuseas y vómitos postoperatorios
La anestesia es aplicada anualmente en el mundo a más de 75 millones de pacientes quirúrgicos, un tercio tendrá posteriores náuseas, vómitos, o ambos. Los pacientes a menudo los consideran como algo peor que el dolor postoperatorio, no sorprende, por lo tanto, que la prevención se centre en mejorar en ellos la satisfacción. Vomitar aumenta el riesgo de aspiración y se ha asociado a dehiscencia de la sutura, a ruptura del esófago, enfisema subcutáneo y a neumotórax bilateral. La náusea postoperatoria y el vómito con frecuencia retrasan el alta en las unidades de cuidado postanestesia, y son la principal causa de admisión inesperada en los hospitales después de la cirugía ambulatoria. Se piensa que el coste anual de la náusea y del vómito postoperatorio en los Estados Unidos podría ser de varios cientos de millones de dólares. La limitada eficacia de los tratamientos individuales con antieméticos ha incitado evaluaciones de varias estrategias antieméticas en combinación. Sin embargo, ningún estudio ha tenido un diseño apropiado o poder suficiente para evaluar simultáneamente las principales intervenciones farmacológicas o para determinar el grado a el cual intervenciones múltiples y combinadas mejoraría los resultados. Un reciente consenso no pudo apoyar una declaración definitiva sobre las ventajas de combinar estrategias antieméticas.
Un estudio muticéntrico acaba de comparar la eficacia de seis estrategias antieméticas bien establecidas y determinó el grado a el cual ésta podría ser mejorada combinando dos o tres intervenciones. Se alistamos 5199 pacientes con alto riesgo de náuseas y vómitos postoperatorio en un ensayo aleatorizado y controlado. De estos pacientes, 4123 fueron asignados a 1 de 64 combinaciones posibles de seis intervenciones profilácticas: 4mg de ondansetron o sin; 4mg de dexametasona o sin; 1.25mg de droperidol o sin; propofol o un anestésico volátil; nitrógeno u óxido nitroso; y remifentanil o fentanil. Los pacientes restantes se asignaron aleatoriamente con respecto a las primeras cuatro intervenciones. El resultado evaluado fue la presencia de náuseas y vómitos dentro de las 24 horas después de la cirugía.
Los resultados mostraron que el ondansetron, la dexametasona y el droperidol redujeron cada uno el riesgo postoperatorio de náuseas y vómitos en cerca del 26%. El propofol redujo el riesgo en un 19 por ciento y el nitrógeno en un 12%; la reducción del riesgo con ambos agentes (es decir, anestesia intravenosa total) fue similar a la observada con cada uno de los antieméticos por separado. Todas las intervenciones actuaron independientemente de uno y de otro e independientemente también de los pacientes. Por lo tanto, los riesgos relativos asociados a las intervenciones combinadas podían ser estimados multiplicando los riesgos asociados a cada intervención.
En conclusión, las intervenciones antieméticas son semejantemente eficaces e independientes, se debería de utilizar primero la más segura o la de menor costo. La profilaxis se autoriza raramente en pacientes con bajo riesgo, pacientes de riesgo moderado pueden beneficiarse de una sola intervención y los esquemas múltiples deben ser reservados para pacientes con elevado peligro.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med 2004 Jun 10;350(24):2441-51