Pediatría
No demuestran efecto positivo del Lactobacillus GG en lactantes con diarrea aguda
Las enfermedades diarreicas continúan causando una significativa morbilidad y mortalidad en países en desarrollo, especialmente cuando se asocian a desnutrición. La deshidratación, falta de potasio y acidosis son complicaciones peligrosas para la vida durante una diarrea aguda, demostrándose que éstas se podrían tratar o prevenir con eficacia mediante terapia oral de rehidratación. Sin embargo, la solución oral de glucosa-electrolitos, tal como lo recomienda la OMS y la UNICEF, ni acorta la duración de la enfermedad ni reduce las deposiciones. La terapia adyuvante de rehidratación oral (ORT, en inglés) con bacterias probióticas en infantes con diarrea aguda severa ha estado bajo constante investigación. Así, existe poca información del potencial papel del Lactobacillus GG (LGG) en niños que viven en regiones en vías de desarrollo, con diarreas más severas, donde los agentes etiológicos con excepción del rotavirus están implicados en mayor frecuencia y donde las infecciones cruzadas son más prevalentes. La mayoría de los estudios se han realizado en países desarrollados demostrando ventajas sólo para la gastroenteritis viral leve.
Pediatras peruanos evaluaron el efecto de un fórmula láctea que contenía un billón (109) cfu/ml de Lactobacillus casei GG (LGG) sobre la duración y la severidad de la diarrea en lactantes. El estudio fue realizado en la Unidad de Rehidratación del Hospital de Cayetano Heredia de Lima, Perú, a partir de septiembre de 1991 a junio de 1992. Los lactantes masculinos llegados a la institución para el tratamiento de la diarrea aguda tenían entre 3 y 36 meses. Después de la rehidratación con solución oral, los pacientes se asignaron aleatoriamente a fórmulas de leche con LGG o sin la cepa. El volumen de las deposiciones fue medido periódicamente y la duración de la diarrea fue estimada en base a las características físicas.
Ochenta nueve pacientes recibieron placebo y noventa LGG. Ambos grupos eran comparables en sus características al inicio del estudio. La salida total de deposiciones fue significativamente mayor (p = 0.047) en el grupo del LGG (247.8 ml/kg) que en el grupo placebo (195.0 ml/kg). No se encontró ninguna diferencia significativa tanto en la duración de la diarrea (58.5 horas con LGG versus 50.4 horas con placebo), como en la tasa de falla de tratamiento (21.1% con LGG versus 18.0% con placebo) y ni en el porcentaje de pacientes con diarrea sin resolver después de 120 horas: 12.2% con LGG contra 12.5% con placebo. El índice de reducción de materia después de las 24 horas de tratamiento aumentó perceptiblemente en ambos grupos (de 41.4% a 72.2% con LGG y de 45.9% a 68.0% con placebo).
En conclusión, existieron diferencias mínimas en las variables que midieron la severidad de la enfermedad antes del tratamiento. La salida total de deposiciones fue levemente más alta en el grupo LGG alcanzando una significación estadística marginal. No se encontró ninguna diferencia considerable en otras variables de resultados entre los grupos y la proporción de pacientes con diarrea sin resolver después de las 120 horas fue similar en ambos.
Fuente bibliográfica
BMC Pediatr 2004 Sep 02; 4(1):18