Transfusión sanguÃnea
Autotransfusión de sangre recuperada durante una intervención revertirÃa la inmunosupresión posquirúrgica
La cirugÃa mayor y la transfusión alogénica tienden a suprimir las defensas inmunológicas contra microorganismos patógenos, además el efecto es aditivo cuando las dos intervenciones ocurren juntas, variando la inmunosupresión según diagnóstico, caracterÃsticas del paciente y técnica quirúrgica. AsÃ, la colecistectomÃa y la resección del carcinoma de colon realizadas por laparoscopÃa son menos inmunosupresivas que operaciones similares hechas por laparotomÃa. La cirugÃa mayor es seguida por una supresión de las citoquinas pro-inflamatorias apareciendo después de esta caÃda una producción creciente de las citoquinas, ahora, estas tendencias a veces son afectadas por la acción de la prostaglandina E2 liberada por los macrófagos. Los anestésicos y los opioides también se asocian a una condición antiinflamatoria transitoria.
La inmunosupresión inducida por transfusiones sanguÃneas esta bien documentada y fue inicialmente reconocida por sus beneficiosos efectos en el órgano transplantado, un proceso similar puede explicarse para la supresión de autoinmunidad recurrente después de la transfusión alogénica, según lo ejemplificado en la enfermedad de Crohn. En tales pacientes, la transfusión se asocia a un incremente de las células T, a sÃntesis de interleuquina 10, a carencia de células asesinas naturales, a una retrasada hipersensibilidad y resistencia a la infección. En cirugÃa ortopédica algunas de estas complicaciones pueden ser evitadas suministrando sangre autóloga predepositada y sangre autóloga recogida durante la cirugÃa. El objetivo principal de este estudio realizado por médicos del hospital de Bristol (Reino Unido) fue medir la frecuencia de las células precursoras de células asesinas naturales (NKp, por sus siglas en inglés), ya que se piensa, tienen un importante papel en la primera lÃnea de defensa contra los microorganismos. Las células NKp están presentes en números muy bajos en la sangre periférica, pero experimentan un rápido crecimiento en respuesta a las interleuquinas 2 y 15.
Los autores del trabajo midieron la frecuencia precursora de las células asesinas naturales (NKp) antes y 5 dÃas después de la cirugÃa en 120 pacientes que habÃan sido sometidos a cirugÃa de reemplazo. Para lo anterior, los pacientes se asignaron a cinco grupos según el tipo de transfusión recibida: no transfundidos (n=32), sangre alogénica no leucodeplecionada (ocho), sangre alogénica depleccionada (30), sangre autóloga predepositada (diez), y sangre autóloga recobrada durante las primeras 24 horas después de la intervención (40). También fueron controladas las concentraciones de interferón e interleuquina 10 antes y después de la cirugÃa.
Según los resultados de la investigación, la frecuencia promedio postoperatoria de los NKp en todos los pacientes fue más baja que los valores preoperativos, excepto en los pacientes que habÃan recibido sangre autóloga recuperada, la cual era más alta que en el resto de los grupos (P < 0.0001). Los valores postoperatorios de los NKp para los pacientes que recibieron sangre alogénica o sangre autóloga predepositada respondieron de forma semejante (P = 0.99), pero éstos presentaron frecuencias más bajas de NKp comparados con los no transfundidos (P < 0.0001). Las concentraciones postoperatorias del interferón fueron más altas en el grupo de sangre autóloga recobrada (P < 0.0001) que en los otros grupos y las concentraciones de interleuquina 10 eran similares en todos los grupos (P = 0.49).
Como interpretación de los resultados, se desprende que la inmunosupresión que se da asociada a la cirugÃa y a la pérdida la sangre, se refleja en una menor frecuencia de NKp y también en la falta de interferón. Esta inmunosupresión se puede revertir mediante transfusión sanguÃnea autóloga recobrada, sugiriendo que ésta contendrÃa inmunoestimulantes.
Fuente bibliográfica
Lancet 2004 Mar 27; 363(9414):1025-30