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17 Noviembre 2003

Enfermedad de Hodgkin

Adultos jóvenes con mayor riesgo a desarrollar linfoma de Hodgkin después de una mononucleosis infecciosa

Sería muy probable, según especialistas daneses, que existiese una asociación causal entre la mononucleosis infecciosa relacionada con la infección por virus de Epstein-Barr (VEB) y el riesgo de linfoma de Hodgkin VEB positivo en adolescentes y adultos jóvenes.

A pesar de las características epidemiológicas distintivas del linfoma de Hodgkin, su causa es aún desconocida. En adultos jóvenes, la enfermedad puede ser una consecuencia rara de la exposición a un agente infeccioso común, habría por ejemplo, un notorio incremento en el riesgo de linfoma de Hodgkin después de una mononucleosis infecciosa, manifestación clínica típica de infección primaria del virus de Epstein-Barr (VEB) en la adolescencia.

La sospecha de que el VEB tendría un papel causal en el linfoma de Hodgkin se consolidada más a fondo por la presencia de antígenos del VEB en células de la lámina de Sternberg en el 40 al 50 por ciento de los pacientes que padecen de linfoma de Hodgkin. Sin embargo, hay una discrepancia evidente, ya que si bien el riesgo de linfoma de Hodgkin después de una mononucleosis infecciosa se incrementa, sobre todo entre adolescentes y adultos jóvenes, aún así, el virus de Epstein-Barr sólo se puede identificar en un tercio de las células de la lámina de Sternberg en personas con este tipo de linfoma y para esta categoría de edad.

Esta evidente inconsistencia podría ser debida a la falta de una clasificación correcta, causada por la semejanza entre los síntomas del linfoma de Hodgkin y de la mononucleosis infecciosa. También es posible que la relación entre mononucleosis por VEB y el linfoma de Hodgkin en adultos jóvenes este restringida a un subgrupo de linfomas que presenten el VEB, o que el virus este “perdido” de las células de la lámina de Sternberg.

En un estudio actualizado, el Dr. Henrik Hjalgrim y sus colaboradores del Departamento de Investigación Epidemiológica e Infecciones Respiratorias del Instituto de Salud Pública danés en Copenhague (Dinamarca), examinaron estas hipótesis analizando dos poblaciones de estudio. Primero, precisaron el riesgo de linfoma de Hodgkin en dos cohortes de pacientes daneses que tenían el test de Paul-Bunnell para anticuerpos heterófilos y así determinar si padecían de mononucleosis. Una prueba positiva era considerada evidencia de infección aguda por VEB y, por lo tanto, de mononucleosis infecciosa relacionada a VEB, mientras que una prueba negativa indicaba ausencia de infección aguda por EBV y, por tanto, ausencia de mononucleosis infecciosa vinculada a VEB. Entonces mediante biopsias, caracterizaron el estado del VEB de los linfomas de Hodgkin en los pacientes que habían tenido mononucleosis infecciosa. Las tasas de incidencia del Hodgkin en las dos cohortes danesas eran de 17.045 con evidencia serológica de haber tenido infección aguda por VEB y 24.614 sin dicha evidencia. Posteriormente se combinaron los grupos con verificación serológica de mononucleosis infecciosa con una tercera cohorte de 25.510 pacientes suecos con mononucleosis infecciosa (total combinado de 38.555).

Los resultados indicaron que solamente la mononucleosis infecciosa serológicamente confirmada estuvo asociada a un riesgo persistentemente creciente de linfoma de Hodgkin. Dieciséis de 29 tumores (55 por ciento, obtenidos de pacientes con mononucleosis infecciosa), presentaban pruebas de VEB. No hubo evidencia de un riesgo mayor de linfoma de Hodgkin para VEB negativo después de la mononucleosis infecciosa. En contraste, el riesgo de linfoma positivo para VEB fue notoriamente mayor (riesgo relativo de 4.0, IC de 95 por ciento). El periodo medio estimado de incubación de la mononucleosis (VEB positivo) para el linfoma de Hodgkin fue de 4.1 años.

Los investigadores terminan concluyendo que el riesgo de desarrollar linfoma de Hodgkin entre personas con historial previo de mononucleosis infecciosa existe, ya que encontraron mayor incidencia de tumores, con presencia de VEB, entre tales personas, mientras que el riesgo tumores disminuía, cuando la existencia de VEB era negativa, no diferenciándose del riesgo previsto. Estas observaciones indicarían una asociación causal entre la infección ligada a mononucleosis infecciosa por VEB y el linfoma Hodgkin (positivo para VEB) en adultos jóvenes.

Fuente bibliográfica

N Engl J Med 2003; 349:1324-32

Ciencia y Medicina

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