Epidemiología
Obesidad y sobrepeso acortan la vida
El Índice de masa corporal (IMC) es un buen parámetro para medir la adiposidad en general y es un importante factor de riesgo para muchas causas de muerte, incluida la cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular y el cáncer intestinal, renal, de endometrio y mama. Las principales relaciones entre el IMC y la mortalidad por causas específicas pueden ser mejor evaluadas mediante un seguimiento prospectivo a largo plazo y con un gran número de personas. En la actualidad se están realizando una variada gama de análisis prospectivos de colaboración con la finalidad de estudiar estas relaciones a través del intercambio colaborativo de datos.
Gary Whitlock y colegas de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, realizaron un análisis del IMC versus mortalidad a partir de 57 estudios prospectivos, con 894.576 participantes, principalmente de Europa occidental y América del Norte (61% [n = 541.452] hombres y 46 años de edad como promedio, con una media de IMC de 25 kg/m2). Los análisis fueron ajustados por edad, sexo, tabaquismo y estudio. Para limitar la causalidad inversa, los primeros 5 años de seguimiento fueron excluidos, dejando 66552 muertes de causa conocida: 30.416 vascular; 2.070 diabética, insuficiencia renal o hepática; 22.592 neoplásicas; 3.770 respiratorias; otras 7.704.
En ambos sexos, la mortalidad fue menor con IMC de 22,5-25 kg/m2. Por encima de este rango, se registraron asociaciones positivas para varias causas específicas, con un aumento de riesgo absoluto para un mayor índice de masa corporal y hábito de fumar. Por cada 5 kg/m2 más de IMC se determinó un incremento de mortalidad general de un 30% (riesgo por cada 5 kg/m2 [R] 1,29 [IC del 95% 1,27-1,32]): 40% de mortalidad vascular (R 1,41 [1,37-1,45]); 60-120% para la diabetes, insuficiencia renal y mortalidad hepática (CR 2,16 [1,89-2,46], 1,59 [1,27-1 99], y 1,82 [1,59-2,09], respectivamente); 10% de mortalidad neoplásica (R 1,10 [1,06-1,15]), y 20% por mortalidad respiratoria y otros tipos (R 1,20 [1,07-1,34] y 1,20 [1,16-1,25], respectivamente). Por debajo de 22,5-25 kg/m2, el IMC se asoció inversamente con la mortalidad general, principalmente debido a la fuerte asociación inversa con enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón. Estas relaciones fueron mucho mayores para los fumadores que para los no fumadores, a pesar que el consumo de cigarrillos poco varió con el IMC.
En conclusión, aunque otras medidas antropométricas (por ejemplo, circunferencia de la cintura, relación cintura-cadera) pueden añadir información adicional, el IMC es de por sí un fuerte predictor de mortalidad global por encima y por debajo del valor óptimo 22,5-25 kg/m2. El progresivo exceso de mortalidad encima de este rango se debió principalmente a la enfermedad vascular. Para valores entre 30 y 35 kg/m2, la mediana de supervivencia se redujo en 2-4 años, para 40-45 kg/m2, en 8-10 años (comparable con los efectos del tabaquismo). La mayor mortalidad por debajo de 22,5 kg/m2 se explicó principalmente a enfermedades relacionadas con el tabaco.
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