Medicina vascular
ApoCIII causa resistencia a la insulina en el endotelio vascular
La apolipoproteína CIII (apoCIII) es un componente de algunos triglicéridos de muy baja densidad y lipoproteínas de baja densidad, y se sabe que se encuentra eleva en la dislipemia con resistencia a la insulina y en el síndrome metabólico. También se ha demostrado que activa directamente la señalización proinflamatoria y aterogénica en las células endoteliales vasculares a través de la proteína quinasa C-beta (PKCbeta). Esta última entorpece seriamente la respuesta de las células endoteliales vasculares a la insulina. La disfunción endotelial es considerada como un factor causal en el inicio y desarrollo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo hipertensión y la aterosclerosis. Se caracteriza por la reducción de la biodisponibilidad de la señalización molecular del óxido nítrico (ON), el cual posee características de un potente vasodilatador y agente antiaterosclerótico. Por su parte, el endotelio vascular es un tejido diana de la insulina, y la resistencia a la insulina existe a nivel de las células endoteliales vasculares. La hormona promueve la biodisponibilidad del ON mediante la activación de la vía de señalización que involucran diversos factores que finalmente conducen a la activación endotelial de la óxido nítrico sintasa.
Docentes de la Universidad de Tokio, en Japón, probaron la hipótesis de que apoCIII afecta a la señalización de insulina en las células del endotelio vascular y su función in vitro e in vivo.
La apoCIII inhibió la insulina inducida por la fosforilación de la tirosina del sustrato-1 del receptor de la insulina (IRS-1), disminuyendo la activación del fosfatidilinositol 3 quinasa/Akt/sintasa en células endoteliales de vena umbilical humana. Estos efectos de apoCIII dieron lugar a una reducción de la óxido nítrico sintasa endotelial y la liberación de ON. La apoCIII también activó la PKCbeta en células endoteliales de vena umbilical humana, provocando la disfunción de IRS-1 a través de la fosforilación de serina. ApoCIII activó las proteínas quinasas activadas por mitogenos a través de PKCbeta. Los problemas de señalización de la insulina fueron restaurados por la inhibición de PKCbeta o MEK1. Las lipoproteínas de baja densidad ricas en aopoCIII alteraron la señalización de la insulina en la aorta de ratones C57BL/6J y en las células endoteliales de vena umbilical humana, la cual se recuperó por la inhibición de PKCbeta. También se inhibió la relajación dependiente de endotelio en las aortas de ratones C57BL/6J. En resumen, la presencia de apoCIII en lipoproteínas de muy baja densidad deterioró la estimulación de insulina en el endotelio vascular e indujo disfunción endotelial in vivo. Este efecto adverso estuvo mediado por la activación de PKCbeta, que su vez inhibió la vía IRS-1/PI3K/Akt/ONS.
En conclusión, estos resultados sugieren que la apoCIII es un vínculo crucial entre la dislipemia y la resistencia a la insulina en células del endotelio vascular con efectos nocivos sobre las funciones ateroprotectoras.
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