Pediatría
Clopidogrel en cardiología pediátrica demuestra seguridad y eficacia
El uso de fármacos antiplaquetarios para la prevención primaria y secundaria de eventos cardíacos y cerebrovasculares en los adultos ha sido bien evaluado, permitiendo el diseño de guías de tratamiento clínico. Mucho menos se sabe sobre el uso de éstos en lactantes y niños para la prevención secundaria del ictus isquémico, la prevención de la trombosis arterial coronaria en la enfermedad de Kawasaki o la prevención de tromboembolismos después de una cirugía por cardiopatía congénita. Frecuentemente se recomiendan bajas dosis de ácido acetilsalicílico (AAS), sin embargo, no existen buenas evidencias científicas de su eficacia y seguridad. El ASA solo, sin embargo, no suele ser suficiente para prevenir la trombosis, ya que sólo bloquea la vía de la ciclooxigenasa, dejando inalteradas otras vías de activación plaquetaria. Hay muy poca experiencia con otros tratamientos antiplaquetarios en pediatría. Clopidogrel, un derivado de la tienopiridina, es un potente agente oral que a menudo se utiliza en combinación con AAS para el manejo de la enfermedad de la arteria coronaria, enfermedad vascular periférica y enfermedad cerebrovascular en adultos. En combinación con AAS, clopidogrel ofrece un aditivo efecto antiplaquetario. Desafortunadamente, es muy limitada la información publicada sobre el uso del medicamento en los niños, y la bibliografía disponible actualmente se limita a informes de casos y revisiones de series de casos. Actualmente, se necesita más información sobre la seguridad y dosificación del clopidogrel en cardiología pediátrica.
Luc Mertens y colegas de la Universidad de Lovaina en Bélgica, evaluaron retrospectivamente la eficacia y seguridad de clopidogrel en el tratamiento de niños con enfermedades del corazón. La indicación, dosis, duración del tratamiento y los eventos adversos fueron analizados. La eficacia clínica fue definida por la ausencia de eventos trombóticos.
Se identificaron a 46 niños. La media de edad para la primera dosis de clopidogrel era de 4,9 +/- 4,1 años. Las dosis variaron de 0,1 a 0,7 mg/kg/día de clopidogrel. Casi todos los pacientes recibieron una terapia concomitante con ácido acetilsalicílico. No hubo eventos trombóticos. En casi todos los niños se desarrollaron magulladuras en la piel, sugiriendo que el principio tuvo efecto antiplaquetario. Dos pacientes que recibieron tratamiento concomitante con warfarina presentaron complicaciones hemorrágicas (epistaxis severa y hemorragia gastrointestinal). Se documentaron anormalidades hematológicas en 1 paciente que recibió clopidogrel durante un año; lo que se revirtió al cesar la medicación.
La terapia con clopidogrel en una población pediátrica parece ser relativamente segura y eficaz, sin embargo, es necesario realizar estudios prospectivos, aleatorizados y controlados para determinar la verdadera eficacia y seguridad del clopidogrel en los niños.
