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Antes de la llegada de los españoles, los cupoves (en voz mapuche, machis que abrían los cadáveres para inspeccionar las vísceras) no tenían un lugar específico para la disección cadavérica; lo mismo ocurría posteriormente con los barberos españoles que llegaron después de Pedro de Valdivia. Incluso, doscientos años más tarde, en 1713, cuando el licenciado Ruiz de Berecedo dio las bases ante el Cabildo para solicitar al Rey  la fundación una universidad en Santiago, no se consideró la necesidad de la enseñanza de la medicina ni de la anatomía. La larga tramitación que en Europa llevaba esta solicitud hizo que las autoridades del país designaran a Tomás de Azúa e Iturgoyen para asentarse en Madrid. Este hizo una nueva presentación en 1732 al Consejo de Indias y solicitó, entre otras, la cátedra de medicina y otras dos honorarias: la de cosmografía y anatomía.

Años más tarde, una construcción ubicada a los pies del antiguo Hospital San Juan de Dios dio espacio para que, en 1823, se comenzara por fin a hacer clases de anatomía en Chile. Hecho que dio paso a que en 1889 se inaugurara el primer complejo docente para la enseñanza de la medicina, ubicado en calle La Cañadilla, actual comuna de Independencia. Lamentablemente, en 1918 la Escuela de Farmacia de la calle Panteón -hoy Profesor Zañartu-, fue víctima de un gran incendio, sin embargo, fue ese el hecho clave que permitió que ese mismo lugar, alejado de la Escuela de Medicina, se destinara a la construcción de lo que hoy conocemos como Anfiteatro de Anatomía José Joaquín Aguirre, fundado en 1922 y cuyo diseño recogió los mejores adelantos de la época para el tratamiento de cuerpos humanos.

Monumento Nacional

El día 20 de enero de este año se declaró como Monumento Nacional al Instituto de Anatomía de la Universidad de Chile. Precisamente, los antecedentes entregados al Consejo de Monumentos Nacionales en el año 2012, por parte de María Paz Valenzuela, representante del Instituto de Historia y Patrimonio de la Casa de Bello, del doctor Julio Cárdenas, director del Museo de Anatomía y su colaboradora, Michele Dinator, fueron la base para que se confiriera este estado al Anfiteatro José Joaquín Aguirre, como a las colecciones contenidas en el museo de anatomía.

Fue al recibir este nombramiento, que el doctor Julio Cárdenas Valenzuela, presidente de la Sociedad Chilena de Anatomía (SCHA), declaró: "se coronan largos años de estudios, investigaciones, conversaciones y trabajo, recordando en nuestra memoria a todos aquellos que lucharon por nuestra disciplina, que ya no están, pero que defendieron estos espacios, sabiendo que era un sitio especial que se debía resguardar. Hoy cumplimos la palabra empeñada y reconocida por nuestra nación".

Hoy, entre las colecciones que destacan dentro del Museo de Anatomía, están las preparaciones cadavéricas y artificiales, que corresponden a más de 500 piezas; entre ellas, la que más llama la atención es un modelo a escala natural del Doctor Auzoux, adquirido en 1846 por el Estado de Chile al quedar fortuitamente en el Puerto de Valparaíso. Se presume que es el único ejemplar intacto del mundo. 

Paralelo a ello, también impresiona la colección de teratología: correspondiente a 154 campanas de vidrio con partes humanas en formalina, cuyo objetivo es facilitar el estudio de malformaciones en el cuerpo humano.

El Museo de Anatomía

El doctor Cárdenas asegura que este renovado espacio será la herramienta perfecta para que la gente se familiarice con el concepto de la anatomía y se asombre con cosas que escapan de la cotidianeidad de las personas. Asimismo, también se está preparando un libro que abordará toda la historia de esta disciplina, además de contar con un diseño muy elaborado para encantar a los lectores. "El proyecto de hacer un libro surge como una forma de socializar al museo y poder exponerlo. La idea es poder hacer al resto partícipes de esta espacio que también les pertenece, ya que somos Monumento Nacional", destacó.

"Esta fue la primera universidad del país, teníamos que mostrar este espacio", comentó. Justamente el Museo de Anatomía, y parte de su colección, surge de una reconquista por parte de los estudiantes y profesores de la institución,  "digo reconquista porque este lugar se había desmantelado debido a la necesidad de tener espacio físico para la construcción de nuevas aulas". 

A ello agregó, "nos dimos cuenta que lo que teníamos, mantenía estrecha relación con la educación medica que se había realizado en Chile desde los albores de nuestra independencia, y que por lo tanto había que preservarlas". 

Frente a ser reconocidos como Monumento Nacional, señaló, "esto nos permitirá trascender a todas las generaciones que vengan y permanecer en el futuro. Este nombramiento da cuenta de que esto es algo importante para el país, y eso nos enorgullece mucho".

Luego de un interesante recorrido por las vitrinas, estantes y afiches que alberga este museo, el doctor Cárdenas aseguró que la visita a este espacio, o el detenerse a leer el libro que preparan, será una experiencia muy nutritiva, donde el resto podrá entender el cómo se trabajan los cuerpos, de dónde vienen y cómo se disponen.