Los ojos, quiérase o no, representan una de las áreas del cuerpo que más información revelan en relación con las emociones y sensaciones que un individuo puede experimentar frente a diversos estímulos o situaciones. Por eso se les considera el “espejo del alma”.

Si bien es relativamente fácil reconocer una mirada romántica, de ira, melancólica o temerosa; científicos del Georgia Institute of Technology de Atlanta en Estados Unidos, quisieron ir más allá y analizaron qué aspectos hay tras el tamaño de las pupilas.

Reunieron a un grupo de 500 personas entre 18 y 35 años quienes fueron sometidos a la medición de sus pupilas por medio de un rastreador ocular, dispositivo que captura el reflejo de ellas y la córnea utilizando una cámara y computadora. Los sujetos permanecieron en reposo mirando una pantalla en blanco durante cuatro minutos para luego ser sometidos a una serie de preguntas que midieron capacidad de razonamiento, concentración y resolución de problemas. 

Los investigadores destacaron que aquellos que respondieron de mejor manera tenían un tamaño inicial mayor en sus pupilas. Sumado a ello, analizaron qué región del cerebro actuaba de manera dominante durante las pruebas, descubriendo que era el locus coeruleus, zona anatómica ubicada en la parte superior del tallo cerebral, con directa conexión a áreas como el hipotálamo, cerebelo, médula y amígdala; por lo que tiene incidencia en varias de las actividades que se realizan diariamente.

En concreto, la relación entre este núcleo y el tamaño de las pupilas se explica porque la función del locus coeruleus en el cerebro es proveer noradrenalina: potente estimulante de las emociones, control del dolor, reacción al estrés y de las funciones cognitivas; lo que explicaría la mejora en la concentración, memoria y capacidad para resolver problemas.

"Por primera vez descubrimos que existía esta sorprendente relación entre las pupilas e inteligencia a partir de las diferencias en la cantidad de esfuerzo mental que las personas usaban para completar las tareas de memoria. De hecho, encontramos que el contraste en el tamaño de las pupilas entre quienes consiguieron las puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas y aquellas que obtuvieron las más bajas fue lo suficientemente significativo como para ser detectado simple vista", explica Jason S. Tsukahara, uno de los autores del estudio publicado en la revista Scientific American.

Adicionalmente se observó que, a mayor tamaño de las pupilas, existe más inteligencia fluida (habilidad para resolver problemas nuevos y adaptarse a situaciones desconocidas), mejor control de la atención y, en menor grado, superior capacidad para memorizar, “lo que se tradujo en una relación fascinante entre el cerebro y ojo humano".

Ante un mal desempeño del locus coeruleus, la persona tiene más probabilidades de sufrir episodios o síntomas relacionados con la enfermedad de Alzheimer o déficit atencional. "Una de las hipótesis es que quienes tienen las pupilas más grandes en reposo regulan mejor la actividad de esta región del tallo cerebral, lo que beneficia al rendimiento cognitivo y función del cerebro en estado de reposo". 

Sin embargo, en la publicación hacen hincapié en que son necesarios más estudios para seguir explorando esta posibilidad y determinar, a ciencia cierta, por qué las pupilas más grandes se asocian con mayor grado de inteligencia y control de la atención.

Referencia:
Tsukahara JS, Engle RW. Is baseline pupil size related to cognitive ability? Yes (under proper lighting conditions). Cognition. 2021;211:104643.

Por María Ignacia Meyerholz