SAVALnet CL

https://www.savalnet.cl/mundo-medico/reportajes/la-plaga-blanca-enfermedad-de-moda-del-romanticismo.html
25 Marzo 2013

La plaga blanca: enfermedad de moda del romanticismo

La tuberculosis fue fuente de inspiración entre los círculos bohemios de Europa entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX. Padecerla era la forma más bella de morir. En la actualidad, cada año la enfermedad termina con la vida de tres millones de personas en el planeta.

La tuberculosis (TBC) es una enfermedad infecciosa causada por un bacilo ácido resistente, Mycobacterium tuberculosis, que se trasmite, generalmente, por inhalación o ingestión de gotas infectadas y que, habitualmente, afecta a los pulmones, aunque también produce infección en otros sistemas orgánicos por distintas vías de transmisión. 

Es considerada una de las primeras enfermedades humanas de las que se tiene constancia. Aunque se estima una antigüedad entre 15.000 y 20.000 años, se acepta que el microorganismo que la origina prosperó de otros microorganismos más primitivos dentro del propio género Mycobacterium. Se cree que, en algún momento de la evolución, una especie de micobacterias saltó la barrera biológica por presión selectiva y pasó a tener un reservorio en animales. Esto, posiblemente, dio lugar a un primer espécimen del Mycobacterium bovis, que es la aceptada por la mayoría como la más antigua de las especies que integran el complejo Mycobacterium tuberculosis. 

Por otra parte, un grupo diferente de micobacterias no tuberculosas está haciéndose cada vez más común, desde que comenzó a extenderse la infección por el virus del Sida. El que probablemente causa más infecciones humanas es el Mycobacterium avium-intracellulare que en niños puede colonizar los ganglios linfáticos y la piel y, al mismo tiempo, es la principal causa de infecciones no tuberculosas de pacientes con Sida. Lo sigue en frecuencia el Mycobacterium Kanseii, que causa una infección particularmente persistente.

La patología –conocida también como tisis, consunción, plaga blanca, mal du siècle, el príncipe de la muerte o la enfermedad de los artistas- ha tenido impacto en la historia de la humanidad, sobre todo en la época del Romanticismo, aquel movimiento cultural y político que se originó en Alemania y Reino Unidos a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria en contra del racionalismo de épocas anteriores: la Ilustración y el Clasicismo, dándole mayor importancia al sentimiento y dejando de lado las reglas y estereotipos clásicos.

Esta tendencia se proyectó sobre todas las artes y de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolló, ya que se fueron forjando nuevos paradigmas sobre la manera de sentir y concebir la vida, el hombre e incluso la naturaleza. La enfermedad y la salud fueron entendidas como una forma superior de vida, más espiritual y profunda, con un gran componente de sensibilidad. 

La enfermedad, más que constituir el lado nocturno de la vida, se enarbolaba como un medio de expresión creadora a la que se le otorgó un nuevo significado: de ser una enfermedad estigmatizante y cruel, se convirtió en un padecimiento deseado, porque haber contraído la infección era la forma más bella de morir.

El aspecto volátil, anémico, casi fantasmal del tuberculoso representaba a la perfección la renuncia a lo mundano que había nacido a raíz del desencanto con la nueva sociedad burguesa que no había respetado las promesas que se desprendieron de la Revolución Francesa. 

La enfermedad de moda, entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, cuando fue bautizada como la gran peste blanca, por la palidez que causaba en los pacientes, había cobrado la vida del 25 por ciento de la población europea, arrasando con urbes completas y sin que ningún fármaco, hasta ese momento, hiciera efecto.

Fue fuente de inspiración de muchos artistas: pintores, escultores, literatos y músicos expresaron su sentir a través de la patología. Algunos realizaron descripciones maravillosas e íntimamente detallistas que nacieron del propio padecimiento, pues artistas como Novalis, Schiller, John Keats, Bécquer, Chéjov, Chopin (Dtsch Med Wochenschr. 2010 Dec; 135(51-52):2579-87), entre otros, la padecieron. Los héroes, heroínas y personajes secundarios representaban espíritus sensibles, talentosos, nocturnos y rebeldes de una vida agónica, atormentada por las intensas fiebres que alteraban los estados de conciencia y que mezcladas con un profundo sentimiento de melancolía, hacían más intensas las ganas de vivir. 

Cuando Robert Koch enunció los principios y desarrolló las técnicas de la bacteriología moderna y descubrió el bacilo que causaba la infección, la leyenda romántica en torno a la enfermedad comenzó a desvanecerse y se asoció su padecimiento a la pobreza e insalubridad. 

En 1982, un siglo después del anuncio, se inauguró el primer Día Mundial de la Tuberculosis patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER). Este evento busca, desde entonces, educar al público sobre las devastadoras consecuencias económicas y de salud causadas por la infección, su efecto en los países en desarrollo y su impacto continuo y trágico en la salud global.

Han pasado 131 años desde el descubrimiento del bacilo tuberculoso y cerca de 70 desde que existe un tratamiento efectivo para la enfermedad. Sin embargo, el panorama mundial sigue siendo desolador: la tercera parte de la población está infectada, si bien la mayor parte de ellos no desarrolla la enfermedad, por ese vasto reservorio de infección, cada año surgen 10 millones de nuevos casos activos; la prevalencia global se estima entre 16 y 20 millones de personas; la incidencia anual ronda los ocho millones de casos y unos tres millones de individuos fallecen al año por esta causa.

Afortunadamente la tuberculosis comenzó a declinar junto con las mejorías de la salud y de las condiciones de la vivienda. En la década del 50’, al contar con antibióticos efectivos, el descenso se aceleró. Según el último informe sobre el control mundial de la TBC, que publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012, la cuarta parte de todas las muertes que se podrían prevenir, es causada por la tuberculosis. 

La amenaza está latente aun en países desarrollados por la emergencia surgida a la resistencia a las drogas antituberculosas y a su alianza con el virus del sida. La TBC está muy presente en los tiempos actuales, por lo que el Plan mundial para detener la TBC de la OMS tiene como objetivo asegurar el acceso universal al diagnóstico, tratamiento y la atención sanitaria de todas las personas afectadas, así como reducir la carga de la enfermedad y su mortalidad a la mitad para el año 2015. 

Mundo Médico

Destacado Galería Multimedia

Avances en Gastroenterología - Clínica Alemana

21 Marzo 2024

Liderado por el doctor Pablo Cortés, conferencistas nacionales y extranjeros realizaron una puesta al día con énfasis en enfermedades ...

Congreso ALACCSA-R 2024

16 Marzo 2024

Chile alberga el "Congreso Internacional ALACCSA-R", encuentro realizado en el Hotel Sheraton de Santiago y que reunió a más de 2000 as...