Cambio climático: salud mental bajo amenaza
Las consecuencias del calentamiento global, se han instaurado como una amenaza a nivel global. El deterioro de ecosistemas, el aumento de la temperatura y la exposición prolongada a aire contaminado tendrÃan efectos negativos en la salud mental.Â
Hace 20 años, desastres naturales como inundaciones producto de lluvias o huracanes, sequÃas, ciclones fuera de temporada, el deshielo y consiguiente aumento del nivel del mar y de la temperatura debido a la contaminación del aire, no eran objeto de atención en los medios.
Sin embargo, hoy los constantes desequilibrios ecológicos, capturan la atención de organismos internacionales, cientÃficos y comunidad en general, cuyos esfuerzos apuntan a reducir los efectos nocivos de las alteraciones climáticas sobre la salud.Â
Por ejemplo, una nueva lÃnea de investigación, pretende demostrar la relación existente entre los potenciales riesgos del cambio climático y la salud mental, entendiendo que las alzas de temperatura, favorecerÃan la aparición de trastornos psiquiátricos. Entre ellos destacan cuadros de ansiedad, estrés post-traumático, depresión severa y trastornos somatoformes.
Desde 1880, a causa de la revolución industrial y el advenimiento de las grandes ciudades, la temperatura media mundial aumentó 0,85 °C. Desde que se realizan mediciones confiables, dos tercios de este aumento se sitúan en la década de los ochenta. La razón es principalmente los gases de efecto invernadero, donde la quema de combustibles fósiles como carbón, gasolina, gas natural y petróleo, además de la deforestación, serÃan causas determinantes.Â
Según el último informe publicado en octubre de 2018 por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), existen pruebas de que se alcanzó o sobrepasó los puntos de inflexión, que darÃan lugar a cambios irreversibles en importantes ecosistemas y en el clima del planeta. El informe advierte que es posible que la temperatura media global, entre 2030 y 2052, aumente en 1,5°C si se mantiene el ritmo actual. Estudios previos estiman que los grandes daños se verÃan a los 2°C de aumento, no obstante, el análisis establece que los impactos adversos del cambio climático ya se producen a los 1,5°C.
La Revista PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, publicó un informe de los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) Nick Obradovich, Robyn Migliorini, Martyn Paulus y Iyad Rahwan, quienes buscaron demostrar cómo la exposición prolongada a sucesos extremos, como el aumento de temperatura, huracanes o tormentas tropicales, se asociarÃa a una peor calidad de salud mental. Para esto, analizaron la data relacionada de cerca de dos millones de estadounidenses, en el perÃodo comprendido entre 2002 y 2012 (DOI: 10.1073/pnas.1801528115).
Al compararlos con los registros meteorológicos de esos años, notaron que las consultas psicológicas aumentaban a medida que la temperatura se elevaba. En aquellos dÃas con oscilaciones entre 25°C y 30°C, la probabilidad de alteraciones mentales se elevaba en un 0,5%, mientras que una variación de 1°C en los últimos 5 años, se asociaba a un 2% de prevalencia de tales condiciones.Â
El Huracán Katrina, que azotó la ciudad de Nueva Orleans en 2005, fue uno de los sucesos extremos más decisivos para la población norteamericana. La exposición a este, ocasionó un aumento de 4% en consultas profesionales.Â
Siguiendo con esta lÃnea de trabajos cientÃficos, una publicación de la revista Nature en abril de 2018, señaló que el aumento en las olas de calor nocturno, pueden afectar negativamente al deteriorar los patrones de sueño y los tratamientos farmacológicos de algunas personas que se encuentren bajo el uso de principios psicoactivos, los que podrÃan perder su efectividad (DOI: 10.1038/s41558-018-0102-4).
El aumento de las temperaturas, en su mayorÃa en climas húmedos, afectarÃa en mayor medida a personas con enfermedades mentales, quienes son especialmente vulnerables al peligro de muerte. En la ciudad de Adelaide, sur de Australia, durante dÃas extremadamente húmedos, se registran más hospitalizaciones por cuadros psiquiátricos, mientras que en dÃas calurosos se amplÃa el número de pacientes con daño auto inflingido.Â
Del mismo modo, los cientÃficos han observado una relación entre alzas de temperatura y sequÃas con ocurrencias de suicidios, situación que posiblemente irá en aumento de no tomarse medidas: el cambio climático causará sequÃas más largas e intensas, aseguran. Las repercusiones de este fenómeno se observan en paÃses como India y Australia, aquejados por una severa crisis del agua. Cerca del 99% del estado de New South Wales, en este último- el cual aporta con un cuarto de la producción agrÃcola del paÃs- se encuentra bajo un constante estado de sequÃa, sembrando incertidumbre y dudas, al afectar la producción y calidad de los cultivos.
En agosto de 2012, un grupo de investigadores del Centro Nacional de EpidemiologÃa y Salud Poblacional, de la Universidad Nacional de Australia, analizó el patrón de comportamientos de la tasa de suicidios, tomando como referencia el perÃodo entre 1970 y 2007 y su relación previa con estados prolongados de sequÃa. Por medio de un modelo que estudiaba la estacionalidad, región y la tendencia a este comportamiento, se evidenció en zonas rurales un aumento del riesgo de tendencias suicidad en un 15%, particularmente entre granjeros hombres de 30 a 49 años. Los decesos aumentaban durante la primavera y el verano; por el contrario, el riesgo en mujeres disminuÃa en perÃodos de sequÃa extrema (DOI: 10.1073/pnas.1112965109).
La autoestima y sentimiento de pertenencia a la tierra por parte de este grupo se vio igualmente afectada. Los análisis de patrones culturales indican cómo se establecen las relaciones de identidad y afecto por la tierra (DOI:10.1016/j.socscimed.2017.01.009). Tanto familias rurales como agrÃcolas de la zona oeste de Australia, aseguran que el avance del cambio climático repercute negativamente en su bienestar emocional y salud mental, al exacerbar una constante preocupación por el clima, minar su percepción de identidad y contribuir a la acumulación de estrés y cuadros depresivos.Â
La exposición a largo plazo a aire contaminado, también afecta la salud mental. La Organización Mundial de la Salud, recientemente indicó que cerca de un 90% de los niños del mundo, es decir 2 billones de menores, respira diariamente partÃculas contaminantes. La situación tiene consecuencias severas para su crecimiento, progreso cognitivo y desarrollo neurológico. Los resultados de pruebas cognitivas, indican problemas en el desarrollo psÃquico y motor, dificultad para establecer relaciones interpersonales y regular las emociones, entre otros inconvenientes (DOI: 10.3389/fpubh.2018.00095).
Mientras, las altas concentraciones de sustancias tóxicas en al aire provocan una aceleración en el deterioro cognitivo en adultos (J Environ Health. 2014 Jan-Feb; 76(6): 130–138). Las mujeres que viven en zonas con peor calidad de aire obtienen resultados más bajos en pruebas de memoria y razonamiento. La exposición contribuye a un descenso de dos años en el funcionamiento normal del cerebro, lo que podrÃa suponer un inicio precoz de enfermedades mentales tipo Alzheimer.
A la fecha, 175 lÃderes mundiales han suscrito el Acuerdo de ParÃs. Su fin, es combatir el cambio climático, acelerar e intensificar las acciones como inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono, manteniendo el aumento de la temperatura mundial por debajo de los 2 ËšC y proseguir con los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 ËšC.
Por Macarena Castro
