Akira Endo: premio a la paciencia
Las estatinas son moléculas capaces de inhibir la acción de la HMG-CoA reductasa, enzima que ayuda al organismo a producir colesterol. Estos fármacos, entonces, permiten que el organismo produzca menos colesterol.
Cuando se retarda la producción de colesterol, compuesto ceroso y suave que se encuentra en todas las partes del cuerpo, el hígado comienza a producir más receptores de LDL. Estos receptores captan las partículas de LDL en la sangre, reduciendo así la cantidad de colesterol LDL en la corriente sanguínea. Los niveles reducidos de LDL pueden dar lugar a niveles más bajos de triglicéridos y niveles más elevados de colesterol HDL, disminuyendo el riesgo de ataques al corazón y otras complicaciones.
Fue el científico japonés Akira Endo quien descubrió, en la década de los setenta, que las estatinas eran capaces de reducir los niveles de HDL en el organismo.
Inició sus investigaciones en laboratorios farmacéuticos de Tokio con su novedosa idea: era posible interferir en el mecanismo de la enzima crucial para la producción del colesterol. Para ello cultivó más de 6.000 hongos en busca de una sustancia natural capaz de bloquear esa enzima. En 1979 demostró que uno de esos bloqueadores, la mevastatina, era capaz de reducir los niveles de colesterol en perros y monos alrededor de un 17%. Años más tarde, en 1987, la FDA autorizaba por primera vez una estatina para su uso en humanos: la levastatina. Desde entonces, millones de personas en todo el mundo utilizan estos fármacos para reducir sus niveles de colesterol. Sus descubrimientos permitieron desarrollar una auténtica revolución en la prevención y tratamiento de las enfermedades coronarias.

Akira Endo tiene hoy 74 años y trabaja en Tokio. Este mes fue galardonado con el Premio Albert Lasker de Investigación Médica, considerado hace años como el “Nobel americano”. Este homenaje se otorga desde 1946 y está especialmente orientado al respaldo de la investigación biomédica. Junto a él, tres científicos pioneros en el descubrimiento del microRNA: Victor Ambros, David Baulcombe y Gary Ruvkun recibieron el galardón.
El presidente del jurado, doctor Joseph L. Goldstein, dijo que los 24 miembros han reconocido al japonés como el iniciador de una nueva era en la prevención y el tratamiento de la enfermedad coronaria, principal causa de muerte en gran parte de los países occidentales.
Gracias a la paciencia de un japonés, que no se dio por vencido y confió en su hipótesis, contamos con un medicamento que ayuda a millones de personas a mejorar su calidad de vida.
Actualmente son un pilar fundamental en la prevención primaria y secundaria del accidente cerebrovascular, de las enfermedades coronarias, infarto agudo de miocardio, tromposis arterial y en general, de muchas condiciones relacionadas con la arteriosclerosis y el aumento de la viscosidad plasmática. Sus efectos, también se han investigando en otras áreas de la medicina, como antiinflamatorio, antineoplásico, antiretroviral y muy recientemente, en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
