Reflujo gástrico y asma
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) representa un problema de salud pública ya que es una enfermedad frecuente y existe un riesgo significativo de generar morbilidad asociada que implica costos sustanciales en hospitalizaciones y manejos especializados. Se estima que su prevalencia es de un 5 a 10% de los individuos que acuden a consultorios y policlÃnicas; que la estenosis secundaria puede pesquisarse en un 10% de los pacientes con sÃntomas; que la metaplasia de Barrett puede encontrarse entre un 4,5% y 20% de los individuos sintomáticos, y que la incidencia de adenocarcinoma en pacientes con esófago de Barrett es de 1:52 (Rev. Chilena de CirugÃa. Vol 57 - Nº 6, Diciembre 2005; págs. 476-482). Respecto al asma, hay muchos desencadenantes reconocidos de la patologÃa, incluyendo alérgenos, el humo del tabaco, contaminación atmosférica y las infecciones respiratorias virales. Además, varias condiciones de comorbilidad se asocian a mayores sÃntomas asmáticos, por ejemplo, sinusitis y por cierto, la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Los médicos observaron por primera vez una relación entre las dos condiciones a mediados de los años setenta. Desde entonces, los estudios han demostrado que en cualquier lugar del mundo, entre el 50 y el 90 por ciento de los pacientes asmáticos sufren algún grado de ERGE. ¿Pero la ERGE puede causar asma, o, es al revés? Quizás existan algunos mecanismos compartidos básicos que provoquen ambos desórdenes a la vez. Los médicos podrÃan considerar un caso para cada escenario, ya que hasta ahora, la naturaleza exacta de la relación no estaba clara.
Un reciente trabajo experimental en ratones descubrió que la inhalación de pequeñas cantidades de lÃquido dirigidas hacia el estómago volvÃan al esófago - una caracterÃstica de la ERGE - provocando cambios en el sistema inmunológico que pueden conducir al desarrollo de asma. En los experimentos, los investigadores insertaron minúsculas cantidades de lÃquido gástrico en los pulmones de los ratones (simulando el proceso humano de micro-aspiración, respiración en pequeñas cantidades) a lo largo de un perÃodo de ocho semanas. Entonces, se compararon los sistemas inmunológicos de estos animales con los de ratones que habÃan sido expuestos a alérgenos y no a fluido gástrico.
El sistema inmunológico de los dos grupos de ratones respondió de forma muy diferente. Los animales con lÃquido gástrico en sus pulmones desarrollaron lo que los investigadores denominan una respuesta T-helper tipo 2 (Th2) , una forma de reacción del sistema inmunitario caracterÃstica del asma. Los otros ratones respondieron de una manera más equilibrada, generando una reacción inmunitaria que constaba de respuestas T-helper tipo 1 y T-helper tipo 2. Por lo tanto, esta serÃa la primera evidencia experimental de forma controlada que vincula estas dos condiciones muy comunes en los seres humanos, además, los datos sugieren que la micro-aspiración crónica de lÃquido gástrico puede conducir al sistema inmunológico hacia una respuesta asmática.
Esto no significarÃa que todo el mundo con enfermedad por reflujo gastroesofágico vaya a desarrollar asma, pero sà que los enfermos pueden tener mayor probabilidad de sufrir condiciones asmáticas. Si hay un lado positivo a esto, es que el desarrollo de la ERGE es algo que se puede más o menos tratar y controlar. La mala alimentación, falta de ejercicio y la obesidad contribuyen al desarrollo de ERGE, y el aumento de las tasas de enfermedad por reflujo son parte de un "perfecto caos" entre el medio ambiente y factores de estilo de vida que incrementan el número de individuos asmáticos, especialmente en los paÃses occidentales. Los médicos creen firmemente que el aumento del asma, especialmente entre adultos, se debe principalmente a la forma de vida, las cuales deberÃan ser modificadas.
Aún se necesitan más investigaciones para comprender plenamente los mecanismos celulares y moleculares involucrados en la relación entre la enfermedad por reflujo y el asma, pero este estudio ofrece nuevas orientaciones para el desarrollo de futuras opciones de tratamiento de ambos problemas (información de la investigación en: http://www3.interscience.wiley.com/journal/120780310/abstract).
Finalmente, para el Colegio Americano de GastroenterologÃa (www.acg.gi.org), link recomendado por la Sociedad Chilena de GastroenterologÃa (http://www.socgastro.cl/biblio.htm), los pacientes pueden minimizar los efectos del reflujo gástrico - y, por ende, disminuir sus probabilidades de desarrollar asma - siguiendo simples pautas: no acostarse inmediatamente después de comer, levantar la cabecera de la cama, no hacer gimnasia o deportes después de las comidas y limitar las grasas, café, té y el alcohol. A su vez, como la ERGE tiene una causa orgánica y, a menudo, no se le logra erradicar sólo con modificar el estilo de vida, el tratamiento clÃnico pasa por prescribir medicamentos de venta bajo receta médica, especÃficamente aquellos fármacos conocidos como antagonistas del receptor H2 (bloqueadores H2) y los inhibidores de la bomba de protones (IBP), que ayudan a reducir el ácido estomacal que empeora los sÃntomas, y funcionan estimulando la cicatrización; asà como los agentes promotilidad que ayudan a eliminar el ácido del esófago.
