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La microbiota humana y su disrupción juegan un rol fundamental en la manifestación de algunas enfermedades, lo que –de acuerdo a la evidencia- puede corregirse con la administración de cepas probióticas que estimulan las funciones protectoras del sistema digestivo. 

Con el objetivo de potenciar el desarrollo científico, así como de ayudar a la actualización y educación permanente de los profesionales de la salud en esta materia, Laboratorios SAVAL realizó en el Centro de Cooperación Científica de Viña del Mar una puesta el día sobre “Probióticos en gastroenterología”.

El encuentro contó con la participación de un grupo de profesionales de la Región de Valparaíso entre médicos generales, gastroenterólogos, internistas y becados de la especialidad, quienes conocieron los beneficios y utilidades clínicas de los ellos.

La conferencia fue dictada por la gastroenteróloga María Cecilia Abuauad Abo-mohor de Red Salud-Clínica Tabancura de Santiago, quien se propuso revisar “aspectos generales respecto a los probióticos: qué son; cuáles son sus aplicaciones en clínica; y qué usos están teniendo en la actualidad”.

“Los probióticos llegaron para quedarse, ya no desaparecen del área médica. De ahí la relevancia de dar a conocer a la comunidad médica las indicaciones y usos de estos microorganismos que ayudan a mantener un verdadero ecosistema, colonizando el tubo digestivo”, comentó la especialista.

“Antes de la década del 60’ no se conocía lo que eran y no se hablaba de microbiota, sino que de flora bacteriana intestinal, es decir, se dejaban fuera a los virus, levaduras y hongos presentes en nuestro sistema inmunitario. Incluso, no se la relacionaba con un deterioro en la salud. Hoy, se están publicando –en promedio- cerca de 1500 investigaciones al año sobre esta materia a nivel mundial. Eso nos habla del rol que están adquiriendo en varias áreas de la medicina”.

“Ante esta realidad es fundamental que los médicos estén interiorizados sobre los últimos avances y beneficios, porque estamos evidenciando que existen patologías que tienen un mejor pronóstico y que, incluso, se pueden prevenir con el uso adecuado de ellos. Si no se conocen, los médicos vamos a ser incapaces de coadyuvar a los tratamientos en gastroenterología, inmunología, neurología, entre otras especialidades”.

Como mensaje final, la especialista recalcó que “no todos los probióticos son iguales. Existen cepas específicas para determinadas funciones. Debemos considerar la cepa, las cantidades y los procesos de manufactura”.

La actividad finalizó con una ronda de preguntas, donde asistentes y expositora intercambiaron impresiones sobre un área que ha tenido numerosos avances en la última década.