Terapia celular como refuerzo al tratamiento del lupus
Académicos de la U. de Los Andes demostraron que las células mesenquimales tienen un potente efecto inmunosupresor y regenerador de tejidos, lo cual beneficiaría a la terapéutica de esta patología.
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta mayormente a mujeres jóvenes. Es variable en su presentación clínica, y marcado por remisiones y exacerbaciones cuyas manifestaciones más graves, como la enfermedad renal o neurológica, son potencialmente mortales.
En Chile existen alrededor de 15 mil personas con LES, con una prevalencia de 80 casos por cada 100 mil habitantes. Se estima que cada año aparecen aproximadamente 700 nuevos casos. Esta patología ha sido definida como una afección prioritaria dentro de las políticas sanitarias de nuestro país, y por ello, forma parte de la lista de enfermedades AUGE-GES.
Según destaca el doctor Fernando Figueroa, director de la Unidad de Reumatología de la Universidad de los Andes y del Programa de Terapia Celular, la elección del tratamiento que se indique depende del grado de actividad y severidad de la enfermedad, el que a menudo conlleva un alto costo económico y variados efectos adversos, “particularmente en la nefropatía o nefritis lúpica, que es la más frecuente de las manifestaciones graves de la enfermedad”.
En estos casos, precisa el facultativo, “raras veces se alcanza una remisión clínica completa. Por ello, la búsqueda de tratamientos más eficaces y seguros, especialmente para la enfermedad renal grave, se ha convertido en una prioridad en esta área de la medicina, en la que no se han aprobado nuevas terapias después de décadas de investigación y ensayos clínicos”.
Frente a ello, médicos y científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, realizaron una investigación en la que se demostró que las células mesenquimales del estroma derivadas del cordón umbilical (UC-MSCs), tienen un potente efecto inmunosupresor y regenerador de tejidos. Por ello, iniciaron un estudio clínico controlado, involucrando una red de hospitales públicos y privados de Chile, con el objetivo de definir la dosis más adecuada y, posteriormente, cuantificar el efecto clínico de esta terapia celular en pacientes con enfermedad renal grave.
Según destaca el facultativo, “la importancia de esta investigación radica en que permitiría confirmar, por medio de un estudio de alta calidad técnica, el rol de esta terapia destinada a usarse en concomitancia con los tratamientos actuales y sin riesgos aparentes. Uno de los aspectos de mayor interés es la posibilidad de aplicarla en situaciones que contraindican el uso de inmunosupresores, como ocurre con las infecciones que a menudo afectan a los pacientes con LES grave”, puntualizó.

Dr. Fernando Figueroa Elizalde