Tabaquismo y patología cardiovascular
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1.300 millones de personas en el mundo fuman. En el caso de Chile, las cifras rodean el 25% de la población adulta, siendo esta una de las tasas más altas en Latinoamérica.
A nivel global, el tabaco es la causa de más de 8 millones de muertes anuales, de las cuales 7 millones son resultado del consumo directo, mientras que alrededor de 1,2 millones se registran en personas no fumadoras, pero que han estado expuestas al humo.
Frente a ello, el doctor Jorge Torres, cardiólogo y coordinador de la Unidad de Cardiología de Clínica Los Carrera, explica que cada vez que se consume un cigarrillo se introducen en el organismo una serie de sustancias tóxicas, como la nicotina y monóxido de carbono. "Dichas sustancias promueven el estrechamiento y endurecimiento de las arterias, elevando la presión, reduciendo la eficiencia del flujo sanguíneo y predisponiendo a condiciones graves, tales como el infarto al miocardio, accidente cerebrovascular o ACV".
Además, advierte otras formas en las que afecta la salud sanguínea. "La nicotina estimula el sistema nervioso simpático, aumentando la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Mientras que el monóxido de carbono se une a la hemoglobina, causando una disminución en la capacidad del oxígeno transportado a los tejidos".
Según detalla el cardiólogo, si este estado se mantiene en el tiempo, puede conducir hacia una insuficiencia cardiaca debido al esfuerzo extra que realiza corazón para cumplir con las necesidades del organismo. "Fumar es un claro enemigo de la salud cardiovascular", concluye el doctor Torres.