SARS-CoV-2 tiene baja seropositividad
Estudio de base poblacional muestra que solo 6,3% de los participantes de La Serena y Coquimbo, 13,6% de Santiago y 2,1% de Talca presenta anticuerpos contra SARS-Cov-2.
Investigadores de las Facultades de Medicina de las Universidades Católica del Norte (UCN), Talca y del Desarrollo se propusieron llevar a cabo un “Estudio de sero-epidemiología y plataforma de información territorial de la infección por SARS-CoV-2 en tres ciudades chilenas”, con el fin de determinar la tasa de ataque de la infección por SARS-CoV-2.
De forma conjunta realizaron muestreos en Santiago, La Serena, Coquimbo y Talca para detectar la respuesta humoral (IgG) e identificar tipologías de territorios de mayor riesgo, con base a un modelo espacial.
Los resultados preliminares evidenciaron que solamente 6,3% de los participantes de La Serena y Coquimbo presenta anticuerpos contra el SARS-CoV-2. “Esto quiere decir que existe un porcentaje muy alto de personas susceptibles de enfermar, alcanzando a más del 93% de la población”, comenta la epidemióloga Muriel Ramírez, quien junto al doctor Rubén Quezada Gaete lideran el estudio en la UCN.
“Este muestreo nos confirma la necesidad de seguir cuidándonos, dado que una segunda ola podría ser igual o mayor que la que vivimos entre agosto y octubre de este año. No debemos descartar que haya más de una ola hasta que contemos con una vacunación efectiva, la cual tendría que aplicarse a un alto porcentaje de la población, ya que más del 93% somos susceptibles a enfermar”.
El estudio “nos permite decir que el virus va a seguir circulando en la población y que tenemos aprender a convivir con él. La situación epidémica está lejos de controlarse y cada uno de nosotros somos responsables de mantenernos sanos y sanas”.
En ese escenario, argumenta el doctor Quezada, “es necesario seguir enfatizando el autocuidado: realizar actividades al aire libre, promover distanciamiento físico, uso correcto de mascarilla cubriendo boca y nariz, mantener la ventilación de lugares cerrados y la higiene frecuente de manos”.
Los análisis de prevalencia en las tres ciudades estudiadas son bastante diferentes, con mayor tasa de infección en Santiago (13,6%) y mucho menor en Talca (2,1%). “Ello ocurre, porque la velocidad de transmisión ha sido diferente en cada región, quedando nosotros en una situación intermedia”, recalcó la doctora Ramírez.
Si bien estas conclusiones son iniciales, aún falta realizar un mayor análisis de los datos pudiendo cambiar al aplicar factores de expansión, los que permiten extrapolar estadísticamente los resultados de la muestra a la población general. Además, se requiere un estudio más profundo para conocer la frecuencia de infección según nivel socioeconómico, sectores o barrios, entre otras variables que se incluyeron.
