Prevenir la aparición de cálculos renales
Suelen producirse sobre los 40 años. Sin embargo, producto de los hábitos alimenticios y consecuencias del cambio climático, se están presentando con mayor prevalencia en edades tempranas.
Los cálculos renales son una enfermedad que afecta tanto a hombres como mujeres, principalmente entre la cuarta y la sexta década de vida. En los últimos años, se ha reportado un aumento en su frecuencia o aparición, convirtiéndose actualmente en una dolencia que ataca por igual a ambos géneros.
“En términos específicos, tres décadas atrás solo el 3% de la población tenía cálculos renales de acuerdo con estadísticas estadounidenses y 30 años después nos damos cuenta de que un 10% lo presenta, demostrando así que la incidencia se ha triplicado. Se estima que el próximo año aumentaría su proporción a uno de cada nueve pacientes a nivel mundial”, comenta el doctor Juan Andrés Fullá, urólogo y parte del Programa de Patología Litiásica de Clínica Las Condes.
Dentro de los factores que influyen en la formación está el consumo excesivo de alimentos enlatados, chatarra, alto en grasas y sodio, por lo que se recomienda seguir una dieta saludable.
El especialista explica que “una mala hidratación y las alzas de temperatura atribuibles al cambio climático podrían predisponer el incremento de casos. Un estudio reciente, reafirma que, si existiera un aumento considerable de uno de cada 10 personas que presentan cálculos renales, sería a causa del cambio climático”.
Se recomienda acentuar el consumo de agua diariamente, pero, si consumen bebidas artificiales, es preferible optar por las transparentes o blancas, así como jugos sin azúcar.
Por otra parte, otro factor es el aumento de personas con resistencia a la insulina, la que podría evolucionar en diabetes. Estos pacientes, en su mayoría tienen un PH de orina muy bajo, lo que también causaría el desarrollo de nefrolitiasis.
Los cálculos se forman, generalmente, por un desbalance entre el líquido y los compuestos minerales que contiene la orina. “Basta que haya un pequeño desequilibrio para que estos minerales se agrupen entre sí formando cristales. Este desbalance suele ser el reflejo de una alteración metabólica que tiene relación con la alimentación de los pacientes.
