Prevención frente a la conducta suicida
La Academia Chilena de Medicina convocó a destacados profesionales del área de la psiquiatría a debatir en torno a la toma de medidas preventivas, sobre todo en la población adolescente.
Según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio representa una de las diez causas de muerte más frecuentes. En Chile, y de acuerdo a registros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la tasa de suicidio se ha elevado de manera precipitada: entre 5 y 6 personas a diario, lo que es comparable con el 2% del total de muertes por accidentes de tránsito.
Debido a estas alarmantes cifras, la Academia Chilena de Medicina organizó un seminario en el que se analizó la salud mental de los universitarios, la depresión y el suicidio, la prevención de conductas suicidas en la edad juvenil, junto a una revisión en profundidad del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, dictado por doctor Matías Irarrázaval, jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud.
Al respecto, el profesional afirmó que la prevención del suicidio no es solamente tarea de los profesionales del área de salud. En este ámbito, destacó las "Recomendaciones para la prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales", iniciativa conjunta entre los ministerios de Salud y Educación.
“Hoy debemos prestar especial atención en los grupos etarios en los que se ha detectado un aumento en el número de suicidios. Estos son, principalmente, adolescentes y adultos entre 40 y 45 años. Por otra parte, no debemos dejar de lado lo que está ocurriendo en otras regiones del país, puesto que se necesita expandir la red de apoyo”, mencionó.
Luego, el doctor Tomás Baader, director del Instituto de Neurociencias Clínicas de la Universidad Austral de Chile, se refirió a la toma de medidas para resguardar la salud mental de los alumnos. “La sobrecarga académica, los exámenes, la dificultad para compaginar el trabajo, la crianza de hijos en algunos casos y el estudio, además de la imposibilidad de continuar con hobbies o aficiones, son los principales factores que generan cuadros de estrés entre los universitarios”.
Finalmente, el doctor Ramón Florenzano, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente, expuso sobre factores de riesgo y protectores de la conducta suicida entre los jóvenes que transitan entre la pubertad y la adultez.
“Existe una dificultad en el ciclo de la vida a la que todos nos enfrentamos, y esa es la manera en cómo nos insertamos en el mundo adulto. De tal manera que la gran palabra es cambio y este puede ser de índole cultural, pero también es importante mirarlo desde el punto de vista biológico. Existen cambios hormonales y neuroquímicos que se dan en el cerebro y que tienen un correlato subjetivo en la mente”.
A ello sumó que la complejidad de esta etapa es uno de los factores que hace que la incidencia de suicidio consumado aumente. Igualmente importantes en ese aspecto son el historial de parientes con este tipo de conducta y la disfunción del grupo familiar. Por último, la violencia sexual también es un elemento relevante. “Los adolescentes que han sufrido abuso presentan entre 10 a 13 veces más intentos suicidas”, concluyó el académico.
