Plataforma actualizada de registro de enfermedades
La aplicación Epivigila 2.0, desarrollada por la Universidad de Valparaíso, permite responder con flexibilidad técnica los desafíos de escalabilidad que exige la pandemia.
El Ministerio de Salud (Minsal) implementó a hace unos meses en los sistemas de sanitarios públicos y privados de todo el país la primera plataforma de Registro de Alerta y Vigilancia de Enfermedades de Notificación Obligatoria (RAVENO).
El software Epivigila, desarrollado por la Universidad de Valparaíso (UV), permite la gestión y trazabilidad de cerca de 40 patologías, que se agrupan en aquellas de notificación diaria o inmediata como el cólera, coqueluche, dengue, diarreas, fiebre amarilla, gastroenteritis por Vibrio parahaemolyticus, gonorrea, hepatitis viral A B C y E, malaria, rubeola, sarampión, sífilis, síndrome cardiopulmonar por hantavirus, VIH/SIDA, tuberculosis y varicela, entre otras.
En el contexto actual de pandemia, el Departamento de Epidemiología y la División de Planificación Sanitaria del Minsal junto a la Escuela de Ingeniería Informática UV pusieron en marcha una versión 2.0 para generar trazabilidad de pacientes y sus contactos, confirmados o probables contagiados de COVID-19; y establecer flujos de comunicación entre hospitales y centros de atención primaria.
“El sistema permite al notificador, en este caso un médico, ingresar la información del paciente y sus contactos, la cual será enviada a los centros de atención primaria para comenzar la trazabilidad. De esa forma, los delegados de seguimientos de COVID-19 pueden iniciar el protocolo establecido por la autoridad sanitaria”, explica Carla Taramasco Toro, académica de la Escuela de Ingeniería Civil Informática UV.
“Esta información es clave para el proceso de seguimiento, el cual se realiza durante 14 días, completando diversa información que permite asegurar el aislamiento del paciente y de la cuarentena de los contactos estrechos”.
La aplicación, utilizada por más de 40 mil usuarios en todo el país, está ayudando a responder con flexibilidad técnica los desafíos de escalabilidad que exige la pandemia.
