Nutrióloga llama a revertir sobrepeso en población adulta
La doctora Sofía Araya Moreno de Clínica Bupa Antofagasta entregó algunos consejos para revertir las negativas cifras que ostenta el país en esta delicada materia.
La obesidad es un problema de salud importante en todo el mundo, pero la implicancia de esta condición es más compleja de lo supuesto, porque se asocia con un aumento del riesgo prematuro de muerte por enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad renal y con algunas neoplasias malignas como cáncer de colon, mama, útero, ovario, riñón y páncreas.
En los últimos 20 años, su prevalencia se ha triplicado en los países en vías de desarrollo. El último informe desarrollado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de América Latina 2016”, reveló que el 63 por ciento de la población mayor a 18 años sufre de sobrepeso u obesidad en Chile.
Esta cifra representa la tasa más elevada de Sudamérica, seguido por Venezuela, con el 62,3 por ciento, y por Uruguay, con un 61,7; y se debe, principalmente, a factores relacionados con sedentarismo y alimentación inadecuada, donde los excesos de grasa y azúcares están muy presentes.
“La población chilena promedio tiene una alimentación con –al menos- tres comidas al día, casi sin colaciones intermedias y cada día con mayor tendencia, a comer fuera de casa y ojala rápido. La población más joven, tiende a saltar el desayuno lo cual es un pésimo hábito”, explicó la doctora Sofía Araya Moreno, nutrióloga de Clínica Bupa Antofagasta.
La especialista agregó que de los grupos de alimentos, el consumo de pan, embutidos, quesos grasos y bebidas azucaradas de fantasía, que sólo aportan azúcar refinada a la dieta, está muy marcado. “La gran mayoría de las personas no realiza cena como última comida, sino que repite nuevamente el pan”.
Si bien el consumo de verduras y frutas ha mejorado, “estamos aún lejos de lo recomendado por la OMS. Lo mismo ocurre con el pescado, a pesar de vivir en un país con mucha costa. En resumen, tenemos un alto consumo de masas, azúcares refinados y grasas saturadas y a todo lo anterior podemos agregar que no hay cultura de actividad física”.
“La obesidad, como enfermedad crónica no transmisible, se asocia a mayor cansancio, disnea de esfuerzo, un corazón que debe trabajar mucho más de lo que corresponde, articulaciones que deben soportar más peso del que corresponde, enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes y síndrome metabólico. Por lo mismo, es necesario tomar medidas al respecto”, dijo.
La falta de tiempo hace que se prefieran comidas rápidas en vez de aquellas más saludables. Para la profesional “una organización en casa es indispensable para planificar desde qué se compra para la semana hasta el menú saludable a cocinar, para consumir así productos más naturales, dejar los snacks envasados y preferir frutas, que además hidratan”, puntualizó.

Dra. Sofía Araya Moreno