Médicos analizan influencia de mundo trágico griego en la sociedad actual
Especialistas de la Ciudad Jardín y Valparaíso conocieron una manifestación artística que tuvo su auge en la Italia del siglo XVI y que, sin embargo, sigue estando presente en nuestra cultura.
SAVAL en el Arte y la Cultura es una histórica iniciativa de Laboratorios SAVAL que tiene como principal objetivo entregar un constante apoyo al desarrollo y difusión de las humanidades en todas sus formas.
En este contexto, en el presente año se han desarrollado –a lo largo de todo el país- diversas actividades de extensión cultural dirigidas, exclusivamente, a médicos y odontólogos. Para finalizar este interesante ciclo en la ciudad de Viña del Mar se desarrolló un encuentro denominado “No se puede vivir sin la tragedia”.
Coordinada por el Centro SAVAL de Cooperación Científica de la Ciudad Jardín, la lúdica jornada estuvo a cargo de Andrés Kalawski Isla, dramaturgo de cine y televisión. Licenciado en Actuación de la Pontificia Universidad Católica de Chile con postítulo en Dramaturgia por la misma universidad. Magíster en Literatura con mención en Teoría Literaria (Universidad de Chile), profesor en la Facultad de Artes (PUC) y Premio Altazor 2005.
“La tragedia se puede definir de varias formas. La más general dice relación con una historia que termina mal y que concierne a las personas más importantes de una comunidad, en general a sus dirigentes. Las tragedias griegas, por ejemplo, son sobre héroes, príncipes, reyes y semi dioses, estos protagonistas al caer arrastran a toda la sociedad, sólo después va a aparecer la idea de que los pobres, los burgueses y la clase media también pueden acceder a la tragedia”, explicó Kalawski.
“Ese mal que se arrastra, con un episodio trágico puede cerrarse. No hay una idea de maldición, pero sí de un hecho que no tiene vuelta. Se le suele asociar con algún desastre o a algo sangriento, ninguna de esas dos cosas son necesarias para que se desarrolle una tragedia”, agregó.
A través de algunas tragedias como Medea, Fredra y Edipo Rey, el expositor revisó el orden que debe seguir una tragedia. “Como decía Aristóteles, hay diferentes escenas que se reconocen en el transcurso de la acción para producir Eleos, Phobos y Catarsis en los espectadores. Las tres escenas fundamentales dentro de la tragedia son el Hybris, la Anagnórisis y la Peripecia”.
Para los griegos, la tragedia los ayudaba a vivir mejor. “Entre otras cosas porque aprender cómo los mejores enfrentan las derrotas, se supone que debería ayudarnos. Para Aristóteles, las tragedias ayudaban a sentir compasión por el otro, pero al mismo tiempo temor, porque eso algún día podría llegar a pasarles. El movimiento entre esos dos estados producía, según el filósofo, un efecto tranquilizador en las personas. Era una manera de contar su historia, donde no sólo destaca el héroe fundador y las cosas fantásticas, sino que también el error con el que tenemos que tener más cuidado”.
A juicio de Kalawski, “en la sociedad actual hay quienes postulan que se ha vivido una especie de desaparición de la tragedia y que hemos huido de ella por varias razones. Pero, uno puede ver en la televisión o en los videojuegos la reaparición de la idea de tragedia, transformada eso sí donde se incorpora a la persona común: la tragedia ya no es sólo el drama de los más poderosos. Ya no se evade a la tragedia, como en la década del 50’, la hemos recuperado de manera enriquecida, con otras formas culturales”.
Los asistentes valoraron enormemente los aportes del expositor y señalaron que sería interesante abordar el tema de la tragedia desde la misma perspectiva.

Dres. Patricio Weitz y Gloria Fuentes

Dres. Dres. Abel Assis y Héctor Ruíz

Dres. Francisco Pérez y Alba Testar

Sr. Joaquín Verdugo y Dra. Carmen Haddad