Hospital de Rancagua celebra semana del paciente con glaucoma
La patología afecta entre el uno y tres por ciento de la población mayor de 40 años, por lo que la OMS declaró su prevención como una prioridad.
Entre el lunes 11 y el viernes 15 de marzo se conmemoró la Semana del Paciente con Glaucoma en todo el mundo, patología que afecta alrededor del dos por ciento de la población y que suele pasar inadvertida durante años, culminando –en muchas ocasiones- en la pérdida total de la visión en uno o ambos ojos, sobre todo en las personas que superan los 40 años.
“Es la segunda causa de ceguera en Chile y en el mundo y la primera entre las que son irreversibles. Es una enfermedad silenciosa que daña el nervio óptico y que, en general, sólo presenta síntomas evidentes cuando ya está comprometida gran parte de la visión. De allí la importancia del diagnóstico precoz”, indicó el doctor Javier Lagos Rodríguez, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Regional Rancagua.
Para crear conciencia acerca de esta enfermedad, la importancia de los controles oftalmológicos y el diagnóstico precoz, con actividades educativas y exámenes preventivos el Servicio de Oftalmología del Hospital Regional de Rancagua se unió a las actividades organizadas por la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof), quien desde 2008 se ha encargado de dar a conocer la campaña que encabeza la World Glaucoma Association (WGA) y la World Glaucoma Patient Association (WGPA).
Este año, la iniciativa se centró en dos ejes: comunicación y pesquisa de casos pertenecientes a los grupos de riesgo, es decir, personas con presión intraocular elevada, mayores de 45 años con historia familiar de glaucoma, sin visión en un ojo por causa desconocida, hipertensión arterial y diabetes, antecedentes de desprendimiento de retina o trauma ocular, los que en ocasiones “llegan a consultar prácticamente ciegos”, señaló el especialista.
“Antiguamente se consideraba que sufrir de glaucoma era tener alta la presión del ojo. Sin embargo, se ha observado que aproximadamente un 30 por ciento de quienes lo padecen no tienen la presión intraocular alta. Asimismo, se ha visto que hay un porcentaje de personas que tiene la presión alta del ojo y no obstante, no tiene glaucoma. Por ello, actualmente se considera que la presión intraocular alta es un factor de riesgo, pero no basta para hacer el diagnóstico de glaucoma. Para la detección de esta enfermedad hay que observar el nervio óptico a través de un examen oftalmológico. Una persona puede tener la presión normal y sufrir de glaucoma o tener la presión alta y no tener glaucoma. Por eso, no basta con tomarse la tensión ocular”, precisó.
En cuanto al tratamiento, el doctor Lagos explicó que no permite curar la enfermedad, pero sí se puede lograr retardarla y desacelerar la muerte de neuronas. “En principio se trata con medicamentos tópicos que disminuyen la producción de humor acuoso o facilitan su salida del globo ocular y, por tanto, bajan la presión intraocular”. Si el tratamiento farmacológico no da buenos resultados, “se puede recurrir a la intervención quirúrgica”.
“Lo importante es que las personas mayores de 40 años tomen conciencia de la importancia de los controles anuales con el oftalmólogo, es la única manera de retardar la progresión de la enfermedad y evitar así la ceguera”, puntualizó.

Dr. Javier Lagos Rodríguez