Hiperémesis gravídica: qué hacer con estos síntomas
En algunos casos, se mantienen de manera persistente y severa, dificultando la hidratación y nutrición, tanto de la madre como del hijo.
La mayoría de las mujeres que experimentan náuseas en el embarazo dejan de sentirlas después de las 12 o 14 semanas de gestación. Sin embargo, en algunas embarazadas esto no ocurre y por, el contrario, se mantienen de manera intensa durante toda la gestación.
“En general las náuseas y vómitos se presentan en un 80% y 50% de los embarazos, respectivamente, lo que es totalmente normal. Pero hay un grupo de mujeres (aproximadamente 0,3% a 10%) que presentan una condición denominada hiperémesis gravídica, con cuadros severos de náuseas que requieren atención médica e intervención oportuna, ya que pueden llevar a la deshidratación, pérdida de peso y desequilibrios electrolíticos”, explica el ginecólogo Ricardo Díaz, especialista en medicina materno fetal de Clínica Bupa Santiago.
Factores de riesgo y señales de alerta
Según explica el experto, es más común que estos cuadros se den en primigestas, mujeres jóvenes, pacientes con antecedentes de hermanas o madre que hayan presentado lo mismo, hiperémesis en embarazo previo, embarazos gemelares, en cierto tipo de personalidades, así como mujeres sometidas a un alto nivel de estrés, entre otros.
Pasos a seguir
Desde el punto de vista médico, las acciones van enfocadas a cambiar el tipo y frecuencia de la alimentación, asegurar hidratación y uso de diversos fármacos para control de las náuseas y vómitos. “Si no hay respuesta, la paciente deberá hospitalizarse para asegurar el aporte nutritivo, tanto para la madre como para su futuro hijo, asegura el especialista.
