Estudiantes UCM realizan taller para sanar a través de la alegría
Durante una semana el doctor José Pellucchi introdujo a los futuros médicos en el arte de sanar utilizando recursos psicológicos y artísticos.
Durante la primera semana de febrero de 2013, un grupo de estudiantes de medicina de la Universidad Católica del Maule (UCM) desarrolló en el Hospital Regional de Talca una interesante capacitación con el objetivo de convertirse en "Payamédicos", técnica que conjuga elementos del teatro y el ejercicio de la profesión en salud en beneficio de mejorar el estado y calidad de vida de los pacientes de recintos hospitalarios.
El taller fue impartido por la Fundación "Payamédicos", fundada por el doctor José Pellucchi, médico psiquiatra, especialista en terapia intensiva y diagnóstico por imágenes, actor, director y clown. Actualmente, es director de la Escuela de Arte y Salud y del Teatro Estable de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El "Payacronograma" fue desarrollado durante toda una semana en el Campus San Miguel, con clases teóricas y talleres prácticos de cartógrafo, clown y payaso de hospital, los que culminaron con una pasantía en el Hospital Regional de Talca. La idea de este taller fue que los futuros médicos adquirieran las herramientas necesarias que les permitan, a futuro, contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado mediante recursos psicológicos y artísticos.
“La idea es trabajar con el humor, el acompañamiento a partir de un género del teatro que es el clown adaptado al medio hospitalario, para que las personas que están en situación de internación se sientan que producen, que se divierten, que sean más payasos y que recuperen la parte sana que todos tenemos aunque las enfermedades del cuerpo anatomofisiológico sean evidentes”, señaló el doctor José Pellucchi.
“Es muy importante que los estudiante que están en formación empiecen a ver un lado más humano de la medicina, yo también me incluyo. Un médico debe tener una cierta distancia profesional, necesaria para no comprometerse y ver claramente lo que pasa, pero esa distancia no debe ser tan grande como para no permitirle ver a la persona como tal, no tomarla como un objeto”, puntualizó.
