Elaboran estrategia de salud y contención emocional
Profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción viajaron hasta Atacama para diseñar un plan de acción frente a la reciente catástrofe natural.
Un equipo perteneciente al Programa de Salud Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción participó en un operativo asistencial llevado a cabo en la comuna de Tierra Amarilla y las localidades de Los Loros, San Antonio y Amolanas, donde sus integrantes pusieron a disposición la experiencia adquirida en situaciones de emergencia, desastres naturales y también en atención primaria.
La delegación fue asignada a esta comuna por el Ministerio de Salud, con el propósito de realizar un levantamiento de las necesidades y recursos en salud y salud mental de la población afectada por los aluviones ocurridos en la Región de Atacama.
Durante una semana, el equipo integrado por el doctor Wladimir Hermosilla, psiquiatra infanto juvenil del Servicio Salud Talcahuano; Andrea Bustos, asistente social; y Patricia Pérez, psicóloga, recolectó información de gran relevancia para elaborar una propuesta de abordaje asistencial a la población afectada por la catástrofe.
“Las principales necesidades en Tierra Amarilla tienen relación con apoyo y acompañamiento en contención emocional. Ellos ya están estabilizados respecto de necesidades de supervivencia y como durante todo este tiempo han estado preocupados de resolver la contingencia, recién ahora se está iniciando la expresión emocional asociada a la catástrofe con la aparición de sentimientos de miedo, rabia, impotencia, y episodios de ansiedad y estrés agudo”, explicaron los profesionales.
Por esto, el trabajo en salud mental apuntó a brindar los primeros auxilios psicológicos, mientras que se propuso al ministerio del ramo un plan de trabajo con continuidad en el territorio. “Esto se debe dar desde un abordaje comunitario, que apunte a fortalecer el rescate, la creación y mantención de las redes de acompañamiento y educación emocional a la población afectada, así como también potenciar el trabajo intersectorial de los actores involucrados en la recuperación de la salud mental, principalmente de los damnificados”, agregaron los expertos.
A ello se suma la implementación de acciones colectivas de contención emocional, instalación de un equipo especial de apoyo en salud mental para las personas de albergues y comunidad general, vigilar el stock y disponibilidad de fármacos e implementar todas las medidas tendientes a disminuir la incertidumbre.
“Creemos que nuestra facultad no puede quedar ajena a situaciones como ésta. Tenemos mucho por hacer como personas, ciudadanos y como Universidad de Concepción para contribuir a mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas”, subrayó Patricia Pérez.
