La actividad fue organizada por Clínica Alemana:
Dr. Volenski participó en jornadas de adolescencia en Iquique
El especialista entregó nuevos antecedentes sobre el TDAH, un trastorno conductual que afecta entre un cinco y 10 por ciento de la población infanto-juvenil.
Los trastornos del comportamiento infantil son cada vez más frecuentes. Generan elevados costos tanto para las familias como para la sociedad, ya que sus efectos repercuten sobre el sistema educativo, la calidad de vida y, a menudo, la productividad en la edad adulta.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los desórdenes del neurodesarrollo más comunes durante la infancia, que afecta entre el ocho y 10 por ciento de los niños en todo el mundo. Sin embargo, su etiología aún no se ha dilucidado totalmente.
Fue precisamente este tema el que el doctor Julio Volenski Burgos expuso en un encuentro organizado por el Departamento Científico Docente de Clínica Alemana y la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo en el Hotel Terrado Suites de Iquique.
El especialista explicó que el TDAH es una “alteración del desarrollo neuropsíquico que se manifiesta en desatención, distractilidad, inquietud e impulsividad, lo que puede llevar un deterioro del rendimiento escolar y a baja autoestima. La primera aclaración necesaria es que no siempre deben estar presentes todos los síntomas, ya que puede manifestarse con diversas formas e intensidades, lo que dificulta el diagnóstico. Al respecto, es fundamental dejar en claro que el estudio de estos casos requiere de un cuidadoso análisis, ya que suele catalogarse erradamente a cualquier niño inquieto o distráctil, como portador de un déficit atencional. La verdad es que las razones por las que un niño puede manifestar inquietud o distractilidad son muy variadas, encontrándose trastornos emocionales, fallas metodológicas en el aula, falta de hábitos conductuales o trastornos del aprendizaje. De tal manera que antes de diagnosticar, debe descartarse la existencia de otras alteraciones que estén explicando la conducta de este niño, es decir, realizar un diagnóstico diferencial. Pero estas alteraciones podrían coexistir con el síndrome, en cuyo caso ambas situaciones deberán ser tratadas”.
Consultado sobre por qué lo invitaron a conversar sobre el tema, el doctor Volenski destacó que en la ciudad de Iquique “hemos hecho un largo desarrollo en los modelos de atención, incorporando a la comunidad escolar en la detección oportuna y en la intervención integral. La mirada citada es un ejemplo de un enfoque que va más allá de lo meramente sintomático, permitiendo dar unos pasos hacia el acercamiento a un modelo comunitario, tanto en la comprensión como en la intervención, asumiendo que la comunidad escolar, señalada como moldeadora de la expresión de los síntomas y de la aparición de reacciones –algunas de ellas marcadoras del modo de ser- permite, junto a la familia, las mejores posibilidades de intervención”.
La idea de este encuentro, que abordó otras temáticas complejas ligadas a la adolescencia, tuvo por objeto “contribuir a la actualización de conocimientos y al intercambio de experiencias entre especialistas de Clínica Alemana, Universidad del Desarrollo y quienes nos desempeñamos en la zona norte de nuestro país”, acotó el doctor Volenski.

Dr. Julio Volenski Burgos

Dres. Felipe Platero y Pamela Oyarzún

Dr. Luis López Cabrera

Dres. Laigo Tay, Francisco Javier Donoso y Paola Ciocca