Dr. Jaime González destaca aporte de la pintura en su profesión
El especialista conversó sobre sus inicios en el arte y profundizó acerca del rol actual del médico en Chile.
Sentado en el escritorio de su consulta ubicada en Santiago centro, el destacado neurólogo Jaime González Salinas hace referencia a algunas de las pinturas que decoran su pared. “Cuando tenía ocho años mi padre conoció a Huelén González, pintor que fue a nuestra casa para hacer un retrato de mi hermana; ese momento fue clave. Me llamó mucho la atención la paz y la tranquilidad que tenía este señor al deslizar su pincel por la tela”, recordó el profesional.
Lo mismo ocurrió con la medicina, carrera que eligió debido a la diabetes que padecía su abuela. “Una doctora que vivía al frente de nuestra casa venía a atenderla y yo observaba cómo la hacía revivir. Para mí era algo espectacular, casi mágico; entonces decidí que quería ser como ella, pues me provocó una profunda admiración”.
Hoy, con más de 40 años de trayectoria, el doctor González agradece haber dado espacio a estas dos aristas de su vida, la de médico y la de artista. “La gente ya no recibe el trato que se daba antes. Hoy todo gira en torno a los 15 minutos que dura la consulta y no se da espacio para profundizar y conocer qué es lo que realmente le ocurre al paciente. Todo se limita a pedir una cantidad de exámenes, muchas veces innecesarios, cuando la verdad es que nosotros estamos totalmente capacitados como para poder entregar algún diagnóstico; al menos así era antes”.
Respecto a la labor docente, destacó que lo importante es dedicarse a la profesión a través de una entrega social. “Nunca admiré a los médicos endiosados y prepotentes, porque en esa actitud veía un signo de debilidad. Por eso, siempre a los alumnos les decía que para ser buen médico había que ser persona y que una persona es un ser simple, un individuo que se entrega a la vocación que eligió a través de una entrega humana y social”, aseguró.
Finalmente, el médico con rasgos de artista enfatiza sobre la idea de que el arte le ha permitido mantener la humanidad que, tal como indicó, se ha ido perdiendo con el paso de los años. “Dedicarte a la pintura, o tener algún pasatiempo relacionado al arte te permite interactuar con el paciente desde otro lado, con una perspectiva más sensible y humana. Al enfrentarte a un lienzo eres capaz de dejar todo plasmado a través de los colores y pinceladas. A muchos de mis pacientes les he recomendado que lo hagan, incluso, los invito a mi parcela donde me junto con un grupo de gente que va llegando y participa de una tarde abierta de pintura. Se han mejorado”, precisó.

Dr. Jaime González Salinas