DÃa mundial del cáncer de próstata
Es el más frecuente en Chile, pero si se detecta a tiempo, tiene altas probabilidades de remisión.
A diferencia de otras patologÃas, el cáncer de próstata no tiene sÃntomas. "La única manera de detectar esta enfermedad es con un examen de sangre que mide el antÃgeno prostático especÃfico, que básicamente indica qué probabilidad tiene la persona de desarrollar cáncer y con un examen digital rectal. El 98% de los cánceres se podrÃa detectar por un antÃgeno elevado, mientras que el otro 2% se deberÃa detectar por el tacto que no es el examen más importante, pero que los hombres debieran hacerlo igual para descartar la posibilidad", explica el doctor Diego Reyes, jefe de la Unidad de UrologÃa de ClÃnica Bupa Santiago.
En Chile, se detectan alrededor de 8.000 casos de cáncer de próstata al año y se estima que 1 de cada 7 hombres presentará esta patologÃa en su vida.Â
El urólogo explica que, a medida que va avanzando el tiempo, se pueden ir presentando dos principales patologÃas. "Una es el crecimiento benigno de la próstata, que está relacionado con la obstrucción de la salida de la orina desde la vejiga y por la que muchos pacientes consultan. La otra, es el cáncer de próstata, que se ha convertido en el cáncer más frecuente en nuestro paÃs y al que más hombres mata, con 2.200 muertes por año", comenta.
Si se detecta a tiempo, cuando aún está solo en la próstata, la probabilidad de curarlo está entre el 90 a 95%. Por eso es tan fundamental que los hombres se controlen a partir de los 40 años. "Sin embargo, en consulta vemos que cerca del 25% de los casos llega cuando ya han hecho metástasis, cifra que en Europa no pasa el 5%. Este dato es el más importante a destacar, ya que estamos llegando muy tarde", cuenta Reyes.
Una vez detectada la enfermedad, el tratamiento dependerá del estado del cáncer, edad del paciente y nivel de agresividad. "Si se encuentra temprano y está solo en la próstata, existen básicamente tres opciones: cirugÃa, que significa sacar la glándula y los ganglios, pero esto se traduce en un alto riesgo de perder la capacidad de erección; radioterapia externa, que va asociada a un tratamiento hormonal; y por último seguimiento activo, que básicamente es no iniciar ningún tratamiento mientras el cáncer se mantenga estable y lento", señala el urólogo.
