Detección de COVID-19 en teléfonos móviles
El estudio publicado en E-life, revista del grupo Nature, demuestra que hacer PCR a la pantalla del smartphone arroja el mismo resultado que el de una muestra nasofaríngea.
En mayo de 2020 el laboratorio del Departamento de Oncología Básico Clínico de la Facultad de Medicina UC, fue modificado para contribuir al análisis diagnóstico de muestras de personas posiblemente infectadas con el virus SARS-CoV-2.
Bajo este contexto el doctor Luis Quiñones, subdirector del Departamento de Oncología Básico Clínico, fue contactado por Rodrigo Young, bioquímico y académico del Institute of Ophthalmology del University College of London, cuyo interés era realizar un estudio sobre cómo se contaminaban las superficies con el virus pues, dentro de ellas, hay algunas muy personales, como la de los celulares.
El proyecto se puso en marcha con la participación del profesor Nelson Varela, doctora María Alejandra Lavanderos y la estudiante de doctorado en ciencias biomédicas Leslie Cerpa, todos miembros del laboratorio encabezado por el doctor Quiñones.
Para ello, se reunió a un grupo de 540 muestras, incluyendo hisopado nasofaríngeo e hisopado de la pantalla de los smartphones de los participantes; “de hecho, la primera muestra fue la mía; me contagié en mayo de 2020, afortunadamente casi asintomático. Cuando partimos la investigación me hice la PCR y salió positivo, por lo que me fui a mi casa por dos semanas, y ahí tomamos muestras a mi teléfono y notebook”, recuerda el académico.
Las pruebas fueron procesadas para establecer, en primer término, si había una correlación entre la muestra positiva de la persona y la de su celular, lo cual fue corroborado. Así, el equipo realizó un segundo grupo de muestras, esta vez de 764 en total, en el cual se probaron los protocolos de validación mediante análisis de sensibilidad y de especificidad. “El de sensibilidad es para ver qué porcentaje de los individuos positivos a la infección también tienen muestras recogidas en sus celulares con el mismo resultado, y esa cifra fluctuó entre el 81% y el 100%. Es decir, las personas que tenían mucha carga viral arrojaban un 100% de detección en la prueba de su teléfono; las que tenían una carga menor eran un poco menos detectables en sus celulares: alrededor del 80%. El análisis de especificidad, en cambio, orientado a saber si la muestra de superficie detecta de forma correcta los casos negativos, constató que esa especificidad está alrededor del 98%”.
De esta forma, explica el doctor Quiñones, “este método de screening, que fue denominado por el doctor Young como PoST –sigla de Phone Screen Testing-, se acerca a los resultados de los PCR de muestras nasofaríngeas en más de un 90%, y esto en el caso de que la persona tenga una baja carga viral, lo que es muy bueno y permite pensar que podría configurarse en un método no invasivo de diagnóstico, y alternativo también al test de antígenos, que es menos sensible. La única limitación de esta investigación está relacionada con la penetración de los smartphones en las diversas regiones, pero en Chile su disponibilidad es muy elevada”.
