Daño ocular por rayos UV
Los ojos están constantemente expuestos a los efectos del sol, los que pueden generar daño lento y acumulativo. Por eso, y sobre todo en esta época, es importante cuidar la vista.
Con la llegada del verano la aplicación del factor solar se vuelve un acto imprescindible, sin embargo, al cuidar en extremo de la piel, muchas veces se deja en segundo plano el cuidado ocular.
“Nuestros ojos reciben los rayos del sol constantemente, provocando un impacto lento y acumulativo en la vista. El daño puede generar pinguécula y pterigión, degeneración de la conjuntiva en donde ésta se posiciona sobre la córnea. A nivel del cristalino, va formando una opacificación de éste, más conocido como catarata, y a nivel de la retina, puede llevar a una degeneración macular relacionada a la edad”, explica la oftalmóloga de Clínica Bupa, Paulina Riquelme.
De acuerdo con la especialista, al exponerse durante mucho tiempo y en forma aguda al sol, se puede dañar la córnea, generando una inflamación dolorosa conocida como queratitis actínica, que ocurre, por ejemplo, al estar expuestos al sol en la nieve sin utilizar antiparras.
Una forma de saber si se ha generado deterioro es a través de una consulta con el oftalmólogo. “En el caso del daño agudo por una queratitis actínica, nos damos cuenta por la visión borrosa, ojo rojo y el dolor que ésta genera”.
Respecto a los cuidados que se deben tomar, las indicaciones son las mismas para niños y adultos. Hay que utilizar gorro y lentes de sol con filtro UV de 400 nm. “En menores, de preferencia no usar lentes muy oscuros; se pueden usar desde que los pueda mantener puestos. Si no los tolera, puede utilizar un gorro. Si bien durante el verano y la primavera es cuando recibimos los rayos de forma más directa, hay que mantener la protección durante todo el año, y también durante los días nublados”, concluye la especialista.
