Congreso de neonatología comparte evidencia y avances
Conferencistas nacionales y extranjeros presentaron novedades en diversas áreas de la especialidad, brindando la oportunidad de actualizar conocimientos a más de 500 inscritos.
Los doctores Carolina Méndez y Juan Pablo Miranda dieron la bienvenida al “IX Congreso chileno de neonatología”, encuentro realizado en el Hotel W de Santiago, y que reunió a más de 500 especialistas quienes participaron de manera presencial como virtual.
En la oportunidad, se hizo un repaso sobre los principales tópicos que interesan a la neonatología, entre ellos, principios de ventilación mecánica, uso de bundle en displasia broncopulmonar, hospitalizaciones respiratorias en prematuros, uso convencional de surfactante, ventilación nasal no invasiva y novedades en la reanimación neonatal, entre otros.
El doctor Wally Carlo, neonatólogo del Hospital de Birmingham, Alabama, presentó una puesta al día sobre el actuar en la hora dorada en el prematuro extremo, entendida como los primeros 60 minutos de vida del recién nacido.
Explicó que es fundamental que el equipo médico tenga experiencia en estos casos e, idealmente, practicar los protocolos de atención, “pues es de vital relevancia que el recién nacido alcance una termorregulación óptima, así como un adecuado control glucémico y apoyo cardiorrespiratorio”.
“La hora de oro es poner en práctica una estrategia estandarizada, basada en evidencia, que nos permitirá reducir complicaciones in situ como para el futuro. Está demostrado que este protocolo bien llevado, reduce la mortalidad y la frecuencia de hipotermia, enfermedad pulmonar crónica, hemorragia intraventricular y retinopatía de la prematuridad”, concluyó en su presentación.
Luego, la doctora Marcela Linares, broncopulmonar de Clínica Indisa, compartió los resultados de un estudio realizado en la institución respecto a la caracterización de la displasia broncopulmonar (DBP) en prematuros chilenos menores de 32 semanas.
Dentro de las conclusiones de su investigación, comentó que “la mayoría de los recién nacidos menores a 32 semanas, con diagnóstico de DBP a las 36, se pudieron identificar a partir de los 28 días de vida. Así también, todas las variables, menos el tipo de parto y uso de betametasona prenatal, mostraron diferencias significativas entre los prematuros con y sin DBP”.
“Los predictores asociados a DBP a las 36 semanas, fueron el sexo masculino, peso al nacer, la edad gestacional, requerimiento de presiones en la vía aérea y los días de ventilación mecánica”.
La actividad culminó con el cierre y premiación a los trabajos presentados y una invitación a poner en práctica toda la evidencia compartida, así como las experiencias de colegas nacionales y extranjeros.
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Dres. Edison Román y Eduardo Broitman