Médicos chilenos confirman relación entre Pneumocystis y muerte súbita
La Pneumocystis jirovecii en niños menores de seis meses de edad aumenta el moco pulmonar y coincide con la edad en que se producen más fallecimientos de causa desconocida entre los lactantes.
El doctor Sergio Vargas, a cargo del programa de microbiología y micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile junto a su equipo de investigadores, demostraron que entre el 97% y el 100% de los lactantes fallecidos por muerte súbita entre los tres y cuatro meses de edad en Santiago tenían colonización de Pneumocystis jirovecii en sus pulmones; así se constató en la reciente publicación del especialista para la revista Clinical Infectious Diseases.
El estudio es el resultado de una larga línea de investigación debido a que la Pneumocystis es una infección fúngica no cultivable en laboratorios, lo que cual dificulta su diagnóstico. "Hoy logramos identificar al 100%, y esta es la primera contribución del trabajo actual: comprender que para incrementar nuestra detección había que procesar las muestras de una manera diferente. Al homogeneizar los tejidos es posible soltar los focos infecciosos y, así, detectar su presencia", explica el académico.
Dentro de la publicación, el doctor Vargas describe por primera vez una de sus manifestaciones patológicas: la asociación con aumento de moco en la superficie de intercambio gaseoso y de producción de líquido del pulmón. Pese a ello, señala que "no es tan fácil explicar la muerte súbita de un lactante a partir del hallazgo de Pneumocystis, aunque sea casi universal en estos niños, ya que menores que fallecen de otras causas también lo tienen. Sin embargo, lo que hemos demostrado respecto a que se asocia a un aumento del moco apunta a la necesidad de aclarar si Pneumocystis es o no un factor adyuvante en estas muertes. Un desbalance en moco pulmonar favorecido por este microorganismo es una explicación que calza con todas las teorías disponibles, y con el hecho que la muerte súbita no obedece a un solo gatillante, como podrían ser el virus influenza, el VRS, o el humo del tabaco, por ejemplo".
Que el aumento de moco no sea evidente en los análisis forenses de los casos de muerte súbita, señala el doctor Vargas, se explica porque "cuando el menor fallece, a los pocos segundos se relaja la musculatura de los bronquios, lo que permite que el moco, formado casi en su totalidad por agua, escurra despejando la vía aérea. Y cuando durante la autopsia se abre el tórax, el pulmón se contrae a la mitad de su volumen y el moco escurre aún más. Esto permite imaginar por qué no se ve el moco obstruyendo las vías respiratorias".
Esta investigación, finaliza, es el fundamento para próximos estudios en los que habrá que comprobar si la prevención de Pneumocystis disminuye efectivamente los casos de muerte súbita, la que en Chile y en el mundo afecta a 1 por cada mil nacidos vivos. "Es decir, 200 a 300 lactantes anuales en el país y más de 130.000 por año en el planeta, lo que representa un importantísimo desafío de salud pública, al ser la principal causa de mortalidad entre el primer mes y el año de edad. Reducirla podría mejorar nuestros indicadores referidos a la tasa de mortalidad infantil y, por lo tanto, nuestros indicadores de desarrollo como país".


Dres. Jorge Vargas y Carolina Ponce
