Clínica Río Blanco incorpora moderno equipamiento
La institución privada de Los Andes cuenta con dos nuevas herramientas diagnósticas: un scanner TAC multicorte y un resonador magnético.
En 1969 el Departamento de Salud de la División Andina inició sus trabajos en la alta montaña con un equipo integrado por un médico y tres paramédicos que debían brindar atención de urgencia a más de tres mil metros de altura, al interior del pique en construcción y en una improvisada posta instalada en una habitación, atención que sólo en 1973 se oficializó con la construcción del hospital de Saladillo.
De ese hospital sólo queda la historia, ya que en 1995 se transformó en la actual Clínica Río Blanco, la que se constituyó en 500 metros cuadrados dotados de alta tecnología para atender a todos sus beneficiarios.
Desde entonces, la institución se ha abocado a la tarea de ser líderes en la prevención y cuidado de la salud de los trabajadores y sus familias; de mantener la certificación de sus servicios; y de desarrollar un equipo humano integrado, de alta competencia, motivado, con una cultura de permanente innovación, mejoría continua y de cercanía con sus pacientes.
Siguiendo esta premisa, el Servicio de Imagenología de la institución acaba de adquirir dos equipos de última generación. Se trata de un moderno scanner TAC multicorte de 16 canales y de un resonador magnético, que permiten entregar información en poco tiempo para su análisis y evitar el traslado de pacientes a Santiago a otros recintos de salud de referencia, coordinando así mejor la información que, a través de un computador, será enviada a radiólogos especializados a través de telemedicina, quienes entregarán un informe definitivo.
Para el doctor Miguel Inzulza González, director de la Clínica Río Blanco, la presencia de estos equipos permitirá confirmar o descartar un diagnóstico en un tiempo apropiado en forma oportuna y eficiente, porque ofrecen una sorprendente exactitud y calidad de imagen y reduce los tiempos de las secuencias lo que redunda en una menor permanencia del paciente en el equipo y, consecuentemente, en mayor confort.
En el estado actual de la ciencia médica, algunas especialidades no conciben su desarrollo sin el apoyo en el diagnóstico de las imágenes otorgadas por el scanner y resonador, por lo que contar con ellas contribuye en el mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes de Los Andes.

Dr. Miguel Inzulza González